23 AÑOS DE "EXCELENCIA ACADÉMICA"

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Con un firme modelo educativo constructivista-humanista, el Instituto Universitario Carl Rogers, IUCR, nace en el año de 1994, bajo el nombre de “Centro Universitario de Puebla”, Actualmente "INSTITUTO UNIVERSITARIO CARL ROGERS" con el objetivo de difundir los conocimientos y vivencias de la psicología, psicopedagogia y psicoterapia humanista, creando a su vez programas, proyectos de crecimiento y desarrollo del potencial humano. LÍDER NACIONAL EN PSICOLOGÍA, PSICOPEDAGOGÍA, COMPORTAMIENTO Y DESARROLLO HUMANO EN LAS ORGANIZACIONES quieres saber más... visita nuestro web site www.unicarlrogers.com.mx

sábado, 10 de marzo de 2018


La autobiografía como herramienta psicoterapéutica

María Guadalupe García Quintana
Instituto Universitario Carl Rogers
Maestría en Psicoterapia Humanista

Resumen
La autobiografía, dice Molloy (1996, citado en Madriz, [s.a.]) es poner en escena la historia propia, contarla, narrarla o escribir lo que ya hemos vivido. Este género tiene características particulares que posibilitan tomarse a sí mismo como objeto de conocimiento dice Demetrio (citado en Martínez, 2012) para corregirse, transformarse y purificarse. En el presente escrito se explica la autobiografía como herramienta psicoterapéutica.

Palabras clave: Autobiografía, psicoterapia, humanismo.

Autobiography as a psychotherapeutic tool
Abstract
The autobiography, says Molloy, (1996, quoted in Madriz, [s.a.]) is to stage the story itself, tell it, tell it or write what we have already lived. This genre has particular characteristics that make it possible to take oneself as an object of knowledge, says Demetrio (quoted in Martinez, 2012) to correct, transform and purify himself. It is for this reason that in the present paper it is tried to explain the autobiography like psychotherapeutic tool.
Keywords: Autobiography, psychotherapy, humanism.

INTRODUCCIÓN
El psicólogo es un profesional de la salud, cuyas tareas principales son; el diagnóstico, la intervención y el tratamiento de dificultades relacionadas con el comportamiento humano, con el deber de acompañar a la persona durante ese proceso difícil que requiere de manera previa, la comprensión de la historia de vida para posteriormente ayudar a quién asiste.
En ese sentido, el conocimiento de sí mismo, a la par con sus conocimientos del mundo, constituyen la base fundamental para las intervenciones psicoterapéuticas que realice, que han de reflejarse en el aprendizaje que adquiera su paciente para enfrentar de manera efectiva las diversas situaciones de vida.
López (2007) refirió que en la sociedad actual las personas sufren fuertes desestructuraciones y van buscando la manera de encontrar un equilibrio, la narrativa a través de la autobiografía se convierte en un proceso de investigación autotransformadora y transformadora para los individuos que la realizan. 
Por otro lado, Yela (citado en Arana, 2006) dice que el crecimiento de la psicología depende de: “que sepamos investigar […] con rigor. Que sepamos contribuir con eficacia, dignidad y prudencia a resolver o paliar los problemas humanos individuales, interpersonales y sociales de nuestro tiempo” (p. 29). El contexto requiere aportaciones útiles, aportaciones que sirvan a la persona a enfrentar las situaciones reales que emergen de su alrededor y en el consultorio se hace necesaria la presencia de un terapeuta con esta capacidad.
La autobiografía surgió desde los tiempos de San Agustín de Hipona, época en la que se utilizó para escribir acerca de las hazañas, principalmente heroicas de este y otros  personajes, también, desde la literatura se destacó por ser un medio a partir del cual el autor tiene la posibilidad de describirse a sí mismo. Con el paso del tiempo, se ha ido empleando con otros fines, entre ellos; el terapéutico, es decir, se ha descubierto que narrar de sí mismo, desde la perspectiva psicológica posibilita al ser humano no solo la liberación catártica, sino la reflexión y análisis de su propia vida, para luego entonces, partiendo de esa reflexión y análisis crecer como persona, en esto estriba el interés de la autobiografía como herramienta psicoterapéutica.
Este trabajo tiene como finalidad presentar la autobiografía como herramienta psicoterapéutica.
Autobiografía
Según Maganto [s. a.], la palabra autobiografía:
Proviene del griego αυτός autos = propio, βίος bios= vida y γράφειν grafos= escritura, lo que significa la narración de una vida o la historia hecha por la propia persona sobre ella misma, mostrando su nacimiento, orígenes, acontecimientos importantes, experiencias personales destacables, logros y fracasos (p. 1).
Una descripción hecha por la propia persona acerca de lo que vivió o está viviendo.
En el diccionario general etimológico de la lengua española De Echegaray (1887) autobiografía viene del: “…del griego antas, por sí propio; bios, vida, y grapheín, describir…” (p. 557). Que de manera general se traduce como describir por sí propio la vida. 
La teoría dice que Aurelio Agustín de Hipona mayormente conocido como San Agustín de Hipona, Teólogo latino y una de las máximas figuras de la historia del pensamiento cristiano fue el primero que escribió una autobiografía en su libro Confesiones, a finales del siglo XIX, por lo que se le atribuye a él, el más alto honor, puesto que para los estudiosos del tema la autobiografía es una forma de conocimiento histórico que ha sido útil para contar la vida de hombres ilustres y santos, esto si tomamos en cuenta la gran influencia que la religión ha significado para la historia de la humanidad. Cáseda (2012) afirma que el origen del término autobiografía se sitúa a finales del siglo XVIII, concretamente en Alemania (1978). En ese mismo libro este autor cita a William C. Spengemann quien establece una cronología del término marcando cuatro periodos en su desarrollo: auto explicación histórica que es un género objetivo que busca mostrar la verdad de los hechos que se narran, la auto investigación filosófica que corresponde a la autobiografía puramente ilustrada como la de Stuart Mill o Benjamín Franklin donde el autor añade al puro relato histórico una concepción del mundo, auto expresión poética cuyo máximo exponente fue Rousseau donde la autobiografía adquiere una dimensión mucho más subjetiva, individual y personal con detalles íntimos del autor y la auto invención poética o cuarto periodo en donde la auto biografía se llena de ficción  y es muy parecida a la novela. Spengemann señala a partir de estos 4 tipos como es que la autobiografía ha ido perdiendo la objetividad de su origen histórico inicial.
Pujadas [s. a.] comenta que el uso de la biografía y autobiografía es más antiguo que la propia antropología social. La primera autobiografía fue la de Black Hawk que se publicó en Boston (1834), la segunda del Indio Nez Derce y la tercera una historia de vida recogida por Eastman (1902). Posteriormente, Radin (1920) público un libro de unas 100 páginas sobre la autobiografía de un indio americano que constituye el verdadero punto de partida de esta disciplina. A mitad de los años 40 apareció la monografía de Cora Dubois (1944), The people of Alor (La gente de Alor), crucial porque es una obra que cumple con todos los requisitos que acabamos de apuntar y que sirve de modelo para estudios posteriores (trad. por el autor, p. 16).
Entre las numerosas autobiografías, referiré brevemente la de San Agustín de Hipona como una narración hecha sobre sus vivencias en el mundo cristiano.
Martínez (2012) comenta que en el pasado, el relato autobiográfico era lineal y narraba cronológicamente la vida de una persona; importante o extraordinaria, desde su nacimiento hasta su momento presente, donde el ser importante justificaba la razón de ser del escrito, pero que a partir de los años 70´s seres comunes se permitieron expresar sus realidades que eran ocultas y antes negadas, narrando de esa forma su vida personal.
Actualmente la autobiografía es un género de presencia que se utiliza para recoger vivencias, prácticas y concepciones del mundo de quien escribe y narra sobre su vida.
Egain (citado en Arfuch, 2002) revela que el dialogismo es el rasgo central de la autobiografía contemporánea, el cual refiere en las ideas o sentimientos que el autor expresa en forma de dialogo donde señala como se desplaza del monólogo tradicional a la intersubjetividad como elemento constitutivo de la identidad y la intensidad con la que se expresan los sujetos.
En Chile, se reconoció a la autobiografía como concepto y como objeto de discurso literario, principalmente como fuente histórica. Al respecto Lejeune (citado en Amaro, 2011, p. 9) planteo que la autobiografía es un texto que pone especial énfasis en la vida individual o histórica de la personalidad, con lo que se explica porque las primeras autobiografías fueron realizadas por ilustres, santos y personajes destacados.
Por su parte, Olney (citado en Elsie, 2006) dijo que hasta 1960 la autobiografía se consideró un género con rango de igual valía que otros géneros literarios, ya que por mucho tiempo fue calificada peyorativamente por su carácter doméstico, es decir, de tipo elemental.
Las principales características de la autobiografía son:
§  El narrador es el protagonista; expresa de sí mismo sus estados de ánimo, sus emociones, su desarrollo personal, su vida íntima, etc.
§  Emplean el pronombre personal, lo que permite que el lector identifique con facilidad al sujeto enunciante.
§  Parafraseando a Maganto [s. a.] la autobiografía puede ser cronológica o no, es decir, seguir un orden, subjetiva y cualitativa, esto es basado en las percepciones de la propia persona, y que además se dirige al propio relator quien en la mayoría de los casos busca entenderse, conocerse y verse desde otra dimensión, además de que puede ayudar a otras personas a ver sus vidas con mayor claridad a partir de lo que relatan de sí mismos. Ha de escribirse sin miedo y con la confianza de que será privada, escribiéndose lo más natural y espontáneamente posible, con la idea de poner orden dentro de sí mismo, entender el presente, reencontrar lo perdido, aceptar y conocer la persona en quién nos hemos convertido. Esta narración en primera persona, dice el autor, puede llegar a ser curativa. 
Kluckhohn (1942) consideró que la autobiografía tiene como desventajas que; la mayoría de las historias de vida que concentra son demasiado superficiales y que al ser tan divergentes una de otra no existe una base cuantitativa que permita hacer un comparativo de las mismas para extraer una redacción representativa, mientras que Pujadas [s.a.] comentó que a pesar de lo difícil que es obtener buenos relatos biográficos el método biográfico posee una serie de ventajas (p. 44); posibilita la formulación de hipótesis, el relato de vida favorece el análisis de las distintas áreas (familiar, social, laboral, personal, física), proporciona un control casi absoluto de las variables que explican el comportamiento de un individuo dentro de un grupo social, permite la respuesta a todas las preguntas de una historia de vida y es el material más valioso para conocer y evaluar el impacto de las transformaciones, su orden y su importancia en la vida cotidiana, no solo del individuo, sino de su grupo y del entorno social inmediato.
Finalmente, escribir una autobiografía no es un trabajo sencillo, Madriz [s. a.] realizó un estudio y concluyo que cuando esta actividad les fue asignada a los estudiantes de su escuela, estos refirieron que no sabían cómo empezar, que no sabían que podrían colocar de sí mismos en esa hoja blanca, o bien que realizaron varios intentos antes de poder concretarla, la autora comparte además que pensar-se, decir-se o escribir-se es difícil de predecir, no es como predecir las condiciones climáticas, menciona, puesto que la única gran certeza que tenemos es la de estar vivos, así pues, las cosas principales están como desaparecidas, fragmentadas o escondidas, posiblemente de manera inconsciente, nos quedamos con una parte de esos sucesos por lo que resulta difícil vincularlos  y que justo eso es lo que ocurre cada vez que alguien narra su historia.
Autobiografía psicoterapéutica
La psicoterapia es: “la forma más común de intervención en la psicología clínica (…) es un proceso usado para tratar diversos tipos de trastorno una vez que han ocurrido”, señalan Compas y Gotlib (citados en Gómez, 2010, p. 20). Es una forma profesional y humana de acompañar a alguien.
Dice Wolberg (1970) que la psicoterapia es el tratamiento para problemas de naturaleza emocional, en el que una  persona entrenada, establece  una relación profesional con un paciente, con el objeto de eliminar, modificar o retardar síntomas existentes, cambiar patrones alterados de conducta y promover un crecimiento y desarrollo positivo de la personalidad.
Sobre la autobiografía como herramienta psicoterapéutica, se dice que hay un momento en la vida en que uno siente la necesidad de relatarse, parece ser que tarde o temprano nos llega a todos ese momento. Es una sensación o un mensaje que según los casos o circunstancias se convierte en una urgencia o una emergencia por relatarnos, surge por un pensamiento que no es otro que el pensamiento biográfico; ese conjunto de recuerdos de nuestra vida pasada, de lo que hemos sido y hemos hecho, algo que nos acompaña el resto de nuestra vida, es una compañía secreta cuya única forma de comunicarse a los demás es mediante el recuerdo, permite sentir que hemos vivido y que estamos viviendo, se convierte en parte de nuestra experiencia cuando nos cuestionamos sobre quiénes somos y qué hemos sido.
Cuando el pensamiento autobiográfico se dirige hacia un pasado doloroso; errores, perdidas, etc., representa una respuesta de lo que uno ha sido, pues la reconciliación, la compasión y la melancolía por nuestra propia existencia son sentimientos que apaciguan nuestra subjetividad y abren nuestros horizontes, lo que fue, pudo haber sido de otro modo pero esa historia sea la que fuese es la que es y nuestra historia de vida es el primer y último amor que nos es dado (Demetrio, 1999, pp.12-13).
A este respecto, Ramos (citado en Sancristóbal, 2004) comenta: “Un sujeto no recita su vida, sino que reflexiona sobre ella al mismo tiempo que la cuenta” (p. 3). Escribirla, le permite tomar conciencia sobre lo que vivió, favorece conocer sobre sí mismo y aprender para el presente y para el fututo. A decir de esta opinión, el fin no es escribir por escribir, sino partir de los pensamientos que plasmamos para detenernos y reflexionar de ellos, releerlos y poder encontrar un sentido en esas palabras, un sentido en lo que fue de nuestra vida y una explicación de porqué ahora es como es, quizá de esta profundidad es de donde emerge la verdadera esencia de la autobiografía como herramienta psicoterapéutica.
Fritz Perls (1975) dijo: “cada vez que alguien escribe, de algún modo, escribe de sí mismo” (p. 4). Cada vez que uno redacta o plasma un escrito coloca parte de sí.
Rodríguez (citado en Agustí [s. a.]) declara: “explicar la vida de uno no es un acto creativo en sí mismo”, pero añade: “la autobiografía sólo tiene interés si la exploración va más allá, ya sea en el análisis del cómo y el porqué de la labor creativa, por ejemplo, en la mezcla de la biografía vivida y soñada…” (p. 8). El acto de escribir una experiencia puede quedarse solo en eso, en la escritura, en cambio cuando al escribir uno se permite ver más allá del acto en sí, la trascendencia es tal que la autobiografía le sabe al lector todavía más interesante. Se trata de un ejercicio hermenéutico que al contarse propicia la comprensión del otro y de uno mismo.
Arfuch (2014) explica que hoy en día un espacio autobiográfico desde la psicoterapia, es concebido como un horizonte de inteligibilidad para analizar nuestro presente, la peculiaridad de la persona, sus emociones, sus experiencias a partir de lo que le acontece en el devenir de una vida real o de las diversas invenciones del yo, es decir, una narrativa privilegiada que a menudo desdibuja e infringe los límites de los géneros con su carácter de educación sentimental a través de los cuales se afirma la identidad. Puede ser parecida, solo parecida, a la memoria o a la biografía o a alguno de los otros géneros literarios incluso puede contener evidencia traumática que contiene la memoria pero la inspiración de esta va más allá.  “La autobiografía puede ser considerada como una confesión de aquellos sucesos dolorosos o secretos que se han guardado durante toda la vida” (Martínez, 2012, p. 1).  La expresión de situaciones que siendo difíciles no podrían ser excluidas porque han sido parte de lo que se experimentó. 
 La expresión de la propia mirada, (Becerra, 2014), de cómo percibimos aquello que fuimos en determinado tiempo.
 Demetrio (citado en Martínez, 2012) dijo que: “el trabajo autobiográfico consiste en tomarse a sí mismo como objeto de conocimiento a fin de corregirse, transformarse y purificarse” (p.1). Cuando nos escuchamos y nos vemos, podemos comprendernos, liberarnos y luego entonces transformar nuestras vidas para que sea mejor, para sentirnos mejor y para vernos de mejor manera.
Entre los objetivos y utilidad de la autobiografía se encuentran: reconocer la propia historia, dejar huella o comunicar algo a los demás, tomarse a uno mismo como personaje y verse desde el exterior, desdoblarse, conversar consigo mismo narrando la propia vida, auto conocerse; porque ese escrito puede ser tomado para ser leído en otro momento, recuperar fragmentos de la vida, que han estado guardados, comunicarse con alguien, aclarar algún momento histórico, social, personal o familiar que se haya vivido y quiera ser manifestado públicamente, con algún fin de lucro a sabiendas que por el escrito de su vida se obtendrá alguna ganancia económica, como acto liberador catártico liberando parte de las emociones, tensiones, conflictos y como una forma de reminiscencia, término que se utiliza para referirse a los escritos que se hacen en el campo biográfico con gente mayor (Maganto, [s.a.], p. 6).
El encuentro con la propia autobiografía es muchas cosas a la vez, comienza como recordar nuevamente y después no se acaba de entender, de descubrir, de comprender, y sorprendentemente de aprender del análisis que hacemos de la propia historia, aprendemos aprendiendo de nosotros mismos. Revivir la manera en que afrontamos determinados sucesos, nos exhorta a vivir más intensamente ciertas cosas que antes no pudimos vivir de esa manera, hablar y escribir sobre nosotros mismos, en el presente, es la única posibilidad que se nos da y es mediante esta que terminamos conociendo y mejorando nuestra forma de vida.
La tesis principal del espacio auto biográfico, dice Rizo (2004), es la construcción del sujeto social a partir de la exaltación de lo vivencial y la recuperación de la propia experiencia combinada con la reflexión. El sujeto se construye a partir de este espacio, encontrándose, conociéndose, reflexionando, analizando, eligiendo, reafirmando, mejorando. 
El autobiógrafo hace un uso privado e íntimo de su propia obra. El trabajo autobiográfico sirve para nutrirse de existencia y al mismo tiempo para decir basta a algunas cosas, pues con esta acción me estoy abriendo al mundo y a otras posibilidades (Duccio, 1999). Así, al encontrarme, al conocerme, al reconocerme me permito caminar más seguro, más completo, ampliando mi perspectiva a otros caminos, con pasos más seguros y mejores pasos.
Conclusión
La autobiografía es un método que permite a la persona describir de propia mano su experiencia de vida, y al hacerlo le brinda la posibilidad de reflexionar y analizar su actuar, ampliando de esta forma sus posibilidades de conocerse y mejorar en el presente. Cuando la autobiografía se redacta con el acompañamiento de un profesional de la psicología, se convierte en una herramienta terapéutica que amplía la posibilidad de crecimiento tanto para el autor como para el terapeuta, siendo aún más enriquecedora.
La autobiografía psicoterapéutica favorece que las personas se conozcan a sí mismas.
La autobiografía psicoterapéutica, cuyo autor es una persona en formación de psicoterapeuta, además de cumplir con el principio de congruencia que dicta que se debe partir por el conocimiento de sí mismo y la superación de los propios traumas personales para luego entonces acompañar a otros en ese tipo de procesos,  favorece a la ciencia psicológica, toda vez que se convierte en una herramienta que facilita que en lo posterior, tanto la vida como el quehacer el autor sean mejores.
Referencias bibliográficas
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