23 AÑOS DE "EXCELENCIA ACADÉMICA"

23 AÑOS DE "EXCELENCIA ACADÉMICA"
Con un firme modelo educativo constructivista-humanista, el Instituto Universitario Carl Rogers, IUCR, nace en el año de 1994, bajo el nombre de “Centro Universitario de Puebla”, Actualmente "INSTITUTO UNIVERSITARIO CARL ROGERS" con el objetivo de difundir los conocimientos y vivencias de la psicología, psicopedagogia y psicoterapia humanista, creando a su vez programas, proyectos de crecimiento y desarrollo del potencial humano. LÍDER NACIONAL EN PSICOLOGÍA, PSICOPEDAGOGÍA, COMPORTAMIENTO Y DESARROLLO HUMANO EN LAS ORGANIZACIONES quieres saber más... visita nuestro web site www.unicarlrogers.com.mx

lunes, 7 de mayo de 2018


De la postmodernidad a las relaciones humanas

Jorge Alberto Valdez Vélez
Instituto Universitario Carl Rogers
Licenciatura en Psicología

Resumen
El triunfo del capitalismo, después de la Caída del Muro de Berlín, ha demostrado ser un sistema que sobresale por que se ha inmerso en la vida social. Si bien ahora tenemos más tecnología que pretende facilitarnos nuestra vida, los hechos demuestran que hacen totalmente lo contrario. Podemos tener información en cuestión de segundos al entrar en algún buscador de la web, compartir mensajería instantánea con personas al otro lado del mundo,  pero paradójicamente estamos más solos y mas desinformados que en décadas pasadas.
          Una dialéctica constante de ideologías, posiciones políticas, éticas y opiniones personales surgidas de un creciente individualismo y encierro de las personas en las redes sociales a modo de panópticos. Nos muestran una creciente sociedad individualizada, lo cual nos trae a la pregunta, ¿Cómo llegamos ahí?
Palabras clave: Postmodernidad, consumo, capitalismo, tecnología, individualismo
Abstrac
Thetriumph of capitalism, aftertheFall of theBerlin Wall, has proved to be a systemthat stands outbecauseit has immerseditself in social life. Whilewenowhave more technologythatseeks to makeourlifeeasier, thefacts show thatthey do theopposite. We can haveinformation in secondswhenentering a web browser, butweare more uninformedthanever. A constantdialectic of ideologies, political positions, ethics and personal opinionsarisingfrom a growingindividualism and closure of people in theirrooms. They show us a growingindividualizedsociety, whichbringsus to thequestion, How do we get there?
Powerkeys: Postmodernity, consumption, capitalism, technology, individualism
Introducción
La Segunda Guerra mundial no solo fue un conflicto entre varias naciones, ya que este mismo era el punto clave donde se determinarían que dinámica económica seria la predominante después, por un lado tenemos al socialismo en Alemania, al comunismo por parte de la URSS (actualmente Rusia) y el capitalismo por los Aliados; es decir había tres sistemas económicos que hicieron crecer a cada nación y proponían una postura la cual alguna tendría que ser la predominante en algún punto.
          La lucha encarnizada entre estas naciones logró que Alemania se sometiera al capitalismo y luego Rusia con la Caída del muro de Berlín. Poniendo al sistema capitalista triunfante, su desarrollo por el tiempo hizo que poco a poco invadiera a cuestiones sociales, ideológicas y políticas (Hobsbawn, 2006).
          En los inicios del 2000, se respiraba un ambiente de paz que incluso se creía que todo conflicto bélico a mayor escala sería imposible de realizarse. Pero las personas estaban desconfiadas, movimientos artísticos proponían una crítica a este estado desde 1970. En México desde los eventos del 2 de Octubre de 1968, lograron aumentar la desconfianza al estado así como a la clase burguesa (Hobsbawn, 2006; Piketty, 2015 y PGR, 2006).
          Pero de nada valió este tipo de manifestaciones ya que fueron consumidas por el capitalismo y transformadas a una moda. Aunado a esto el desarrollo de nuevas tecnologías de comunicación preparaba el terreno de un creciente desarrollo del individualismo social que permitían mitigar cualquier tipo de protesta por medio de la misma sociedad.
          Desde el establecimiento del capitalismo, la disolución sistematizada de cualquier protesta, la estimulación a la desconfianza, el individualismo social y el creciente desarrollo de la tecnología. Pone al hombre y sus relaciones en una situación de dinámicas de constante cambio; es la era en la que vive lo que permite el desarrollo de los puntos ya mencionado pero, ¿En que era vivimos?
Hacia una comprensión de la postmodernidad
La postmodernidad, podría explicarse tan sencillamente desde el ejercicio de un análisis etimológico donde post=después de, y modernidad, obteniendo su significado más puro en relación con la estructura de esta palabra, postmodernidad = después de la modernidad; por otra parte, comprender lo que quiere decir lo antes dicho se vuelve una tarea intrigante, ya que debemos llegar a una conclusión muy clara que pueda responder a la siguiente pregunta ¿Qué significa la modernidad y lo que pasa después de esta?
          Para responder a dicha pregunta, hay que entender que la humanidad ha pasado por muchas etapas en su historia. Desde donde tenemos registros de ello, un ejemplo es en las pinturas rupestres, algunos huesos y la imaginación de algunos historiadores que llenan los vacíos que encuentran en sus evidencias. Vemos repetida que el progreso y desarrollo se debe al establecimiento de comunidades.
          Pero la aparición de comunidades también trajo consigo otros problemas, como lo fueron, las peleas por el territorio, la búsqueda del poder dentro del grupo; Sin embargo una comunidad fuertemente adaptada era la que estaba mejor organizada para satisfacer las necesidades de sus integrantes; las necesidades los motivaba a desarrollar herramientas que les facilitara la obtención de recursos para poder subsistir.
          Este proceso evolucionó a lo largo del tiempo, hasta que llegamos a la modernidad, una etapa de la historia distinguida por su apego a las ciencias, a la universalidad,  a distintas revoluciones tanto tecnológica, industrial y hasta social.
          Es la modernidad una contra posición a lo que nosotros conocemos como edad media; si bien la edad media estaba llena de razones explicadas en base a Dios, la modernidad emprendería un viaje desde las artes, la literatura y las ciencias, en busca de beneficiar al hombre, trayendo consigo varios avances tecnológicos, y la estructuración de algunos modelos económicos.
          La modernidad trae consigo una esperanza sobre el progreso y seguridad social. Pero en la práctica esto no fue así; realmente los avances tecnológicos y la industria hicieron que las cosas se concibieran en masas, desde las medicinas, la ropa y la agricultura hasta la muerte, la tortura, la corrupción,  la guerra, etc.. todo producido en serie de manera eficiente (Kant, 2013).
          Ver que la idea del progreso que prometía la modernidad, en realidad se volvía una pesadilla inesperada, trae como consecuencia una desconfianza en las promesas utópicas de desarrollo y paz en un mundo globalizado.
          Es esta desconfianza a lo que representa la postmodernidad, que las ideas de sacrificio, hermandad y patriotismo empiezan a sufrir una deconstrucción. Fomentando así, el ejercicio de desarrollar las ideas contrarias a las anteriores, facilitado por el desarrollo de la tecnología, las artes y los medios de comunicación dirigidos al consumo del placer en sus distintas presentaciones y un tipo de hedonismo individualista.
¿Postmodernidad o transmodernidad?
Entendiendo que la postmodernidad es una etapa que se distingue de la anterior por tratase de una posición ideológica, artística, cultural y social contraria. Significa también aceptar que la modernidad, ha fracasado.
La afirmación anterior, ha generado una serie de debates y el desarrollo de textos donde se intenta redefinir  si esta afirmación es adecuada para describir la epoche[1], que se vive. Lipovetski (2006) lo define como una hipermodernidad ya que las dinámicas establecidas en la modernidad se desarrollaron de tal manera que han escapado de las manos del hombre, trayendo como consecuencia una sensación de vacío social. Por otro lado Bauman (2003) prefiere usar la palabra líquido, para determinar cómo esta época se distingue por que todos los estatutos sociales, culturales e incluso éticos, no tienen un fundamento del cual se sostenga de manera firme ya que toda afirmación que se genere solo puede ser una acepción individual en búsqueda de placeres inmediatos y consumibles, por ende todo es tan pasajero y espontaneo que al intentar tomar algo, este se nos escurre de entre los dedos, en otras palabras es una modernidad liquida. Aunque distintos autores desarrollan conceptos que puedan definir esta época después de la modernidad, es evidente que solo aportan mejores imágenes que describen la postmodernidad, además de no contraponerse del discurso propuesto por Lyotard (2007) que engloba el simbolismo narrativo de cada época histórica desde la premodernidad hasta la postmodernidad.
Sin embargo existen detractores que proponen pensar en esta época no como una contrariedad a los establecimientos de la modernidad, la piensan como una transición. Por así decirlo, no admite un fracaso de la modernidad, se debe entender esta etapa transitoria como una forma de construir una nueva modernidad, ya una vez construida esta nueva modernidad, podríamos denominarle un nombre. Pero mientras eso no suceda, para estos autores denominarán a esta época como Transmodernidad (Rodríguez, 2004):
La Transmodernidad prolonga, continúa y transciende la Modernidad, es el retorno de algunas de sus líneas, acaso las más ingenuas, pero también las más universales… La Transmodernidad es lo postmoderno sin su inocente rupturismo, la galería museística de la razón, para no olvidar la historia, que ha fenecido, para no concluir en bárbaro asilvistramiento cibernético o mass-mediático… (p. 8).
Dicho lo anterior, podríamos entender son variados los debates sobre qué nombre bautizaremos nuestra época. Pero no podemos negar, que la modernidad sí tiene un gran fallo, del cual poco se puede hacer. Ya que el hombre post-modernista, no destruye, deconstruye para poder valorar aquellos fragmentos que son útiles y desechar aquellos que no lo son. Pero en ese acto pareciera favorecer a los argumentos de la transmodernidad, pero, no es necesariamente así, puesto que el escepticismo y el rechazo de la modernidad son la principal fuente de la cual se sirve para poder desarrollar algo nuevo, aceptar la falla de la modernidad es, primordialmente, el fundamento esencial del cual nacen aunque la transmodernidad lo niegue, ya que sin esta caída, no podrían existir los argumentos transmodernistas. Es decir la transmodernidad, también es postmoderna.
Dinámicas del capitalismo
Lo que implica entender que vivimos en la postmodernidad, también nos da luz sobre una las actividades que sobresalió en la modernidad, imponiéndose como la manera en la cual se organizarían los sistemas de negocios así como burocráticos del siglo XX, el capitalismo.
          Si bien, el capitalismo tiene una premisa sencilla y practica sobre tener cierto nivel adquisitivo para obtener algunos productos y servicios. Bien es sabido que no es para todos. Ya que este no es equitativo, acercando a ver a nuestros semejantes acorde a su productividad laboral. En algunos casos esta productividad se le define como funcionalidad, incluso el DSM-V (2014), expone que las afecciones mentales son consideradas como tales cuando afectan en los ámbitos sociales, emocionales y laborales. ¿Qué quiere decir esto? Que realmente se visualiza al hombre no solo en su contexto inmediato tanto personal como social, también vemos que literalmente el trabajo es también vida ¿Y qué pasaría si el aspecto laboral fuera afectado por mis problemas médicos, emocionales o de personalidad? Estadísticamente se consideraría como trastornado, o enfermo, o discapacitado; un número más de los que no son humanos.
          Aquí es interesante denotar que aquellos que no cumplen ciertas funciones, o no pueden estar en una interacción constante con las esferas como lo social, lo laboral y de salud, son en cierto grado excluidos e incluso solo se les canaliza para que se puedan reintegrar al modo de vivir que los demás tienen; mantener a la gente en una serie de procesos de normalización constante, es la clave para que la grandes ciudades puedan funcionar como una gran fábrica que genera capital (Bauman, 2013).
          Ya que el capital es generado por las actividades humanas y las ganancias obtenidas de la satisfacción de la demanda. Sin embargo este presupuesto trae como consecuencia una serie de acciones inesperadas. En un principio todo funcionaba con obviedad, las actividades humanas capitalizables eran meramente industriales, como la fabricación de telas, autopartes, armas, empaquetado de alimentos, etc. Pero la industrialización del arte y el creciente desarrollo de las tecnologías de la comunicación, generan una expansión de los límites de lo que se puede vender (Baudrillard, 2009 y Piketty, 2015).
          Es así como pasamos a una explotación de productos y servicios que incluso pueden disolver ideologías. Ejemplificando el punto ya mencionado, en 1970 se formaliza el movimiento musical conocido como Metal, este nace de la influencia del Punk, Blues y Rock. La base de las ideas de este género en las cuales basaban la estructura de sus letras eran la denuncia política y un acercamiento a los miedos más profundos del hombre, la muerte, el diablo, el infierno; enfrentado estos temas con fuerza, gritos y una secuencia de acordes con distorsión para imbuirlos de fuerza. Si bien su trabajo era la denuncia y hacer explotar la fuerza humana; pronto se volvería algo totalmente comercial. Esto fue por la venta de discos, de playeras y algunos otros suvenires; generando ganancias a las productoras y artistitas, que por consecuencia, tendrían que dejar de hacer arte por solo reproducir una formula constante de producción musical. Hasta incluso volver moda a este movimiento, que trajo consigo una imagen fantasiosa de los que se podrían considerar metaleros, lo que no exponen en esas portadas de revista es que se trata de modelos pagados y retocados con algunos programas de edición.
          Y esto no es nada nuevo, también paso con los Hippies. Gracias a ellos actualmente tenemos algunas tendencias de moda (Bauman, 2013), más en específico en la vestimenta del tipo vintage; cuando en realidad hablamos de un movimiento que en su momentos trataba de desafiar los estatutos establecidos sobre la familia, la sexualidad e incluso el consumo recreativo de las drogas; protestando sobre las intervenciones militares en Vietnam y fundadores de uno de los eventos más memorables de la música como el Festival de Woodstock. Donde se declaraba este movimiento como una forma de protesta pacífica, tratando de demostrar que hay otras opciones de vivir a las que ya se habían cimentado por el capitalismo después de la Segunda Guerra Mundial.
          Incluso en México en 1971 se celebró el festival de Avándaro, que fue interrumpido por fuerzas gubernamentales. Ya que en esos tiempos el país pasaba por una época de represión mediática, no olvidemos que algunos años atrás, específicamente en el año de 1968, había ocurrido uno de los eventos que marcaron el escepticismo político de la población, por la forma en la que este disolvió las protestas del 2 de Octubre. Sin embargo, aunque el evento de Avándaro pudo tener un impacto social. Este no fue alcanzado y solo sirvió para evitar el desarrollo de la escena del rock en México por lo menos de una década (Rubli, 2011):
…La consecuencia fue una virulenta campaña oficial de censura y represión en contra del rock mexicano. Puede especularse que hubo una intención política del entonces Secretario de Gobernación Moya Palencia al utilizar el pretexto del festival para darle un golpe al gobernador Hank González. Pero el “daño colateral” fue atrofiar el desarrollo del rock mexicano como expresión cultural en por lo menos una década. Después de Avándaro el rock se refugió en la clandestinidad de las colonias periféricas populares. Bajo condiciones precarias luchó por sobrevivir. No fue sino hasta entrada la década de los ochenta que el rock salió de ese atolladero y paulatinamente fue aceptado de nueva cuenta (párr. 5).
          Las regulaciones políticas en México surgen por cuestiones de mano de obra barata. No se necesitan estudiosos intelectuales que critiquen al estado sobre sus funciones y obligaciones con la sociedad mexicana. Hoy tras las catástrofes de las negociaciones con EUA, se ve en el país una creciente obligación con el llamado a inversionistas extranjeros, Cervantes (citado en El semanario) dice:
El potencial de crecimiento que se tiene en sectores como el manufacturero, el ejemplo más claro es China, en todo este periodo, donde las inversiones extranjeras al sector manufacturero chino empezaron a incrementarse de manera radical, hizo que las tasas de crecimiento de sus salarios crecieran a 17% cada año, obviamente no va a ser un efecto reflejado en este año (en México). El simple hecho de que los salarios en México estén en niveles comparativamente bajos, sí va a detonar que mayores inversiones entren al país. Estas inversiones se van a traducir eventualmente en una mayor oferta de oportunidades de trabajo, de mano de obra calificada. En la medida que estas empresas empiecen a demandarla, los salarios se van a comenzar a incrementar simplemente porque la productividad marginal de los trabajadores va a estar aumentando (párr. 3).
Algo puede quedar muy en claro, que el estado se debe a los movimientos del capitalismo y las empresas trasnacionales, antes que ver a las personas que construyen el estado. Dejar de lado a las personas y volverlas números para exponer a las empresas, pone al individuo en un lugar en la que tiene que ser funcional para ser un numero activo. Por eso la individualización de los problemas ambientales no son prioridad, más bien, se les inyecta, por decirlo de alguna manera, la idea de que es una responsabilidad personal el ser un trabajador que no se queje, que cumpla con sus funciones y las metas que la empresa espera de este. Al final la meta a alcanzar dentro de todas las dinámicas económicas es centrarse en la individualidad del sujeto para poder tener un cumplimiento de metas constantes, de las cuales, solo sirven para la producción de más capital y adentrarse al juego de la globalización.
¿La culpa es de uno?
Si bien realmente no se trata de echar culpas al momento de cumplir o no alguna meta en la vida. Realmente hay que dividir entre lo que no podemos alcanzar porque simplemente el contexto en el que se vive no permite alcanzar dicha meta, o en su defecto, realmente una falta de compromiso y voluntad que no permiten que se pueda llegar al lugar deseado.
          Bien entendemos que el marco histórico, político y social se maneja en el ejercicio de un individualismo fomentado por coachings y algunas corrientes psicologistas que desarrollan en las personas una ideologización de supuesta responsabilidad personal hacia los problemas que afronta, en vez de explicar que algunas contrariedades de la vida se deben más bien a los movimientos económicos y políticos (Cerezo, 2017):
Este entrenamiento de vida te permitirá recuperar la fuerza y el valor para enfrentar las adversidades. Todas las dinámicas son 100 por ciento vivenciales, ¡Supera tus creencias limitantes!” La narrativa no es para nada compleja, de hecho es simple y  vulgar. Sin embargo, crea un potente efecto de consumo y branding en miles de personas ávidas de experiencias de “desarrollo humano”. ¿Por qué deciden ingresar y se mantienen en estos grupos? Las elecciones humanas no son procesos algorítmicos, también pueden vincularse a decisiones que se apartan de las reglas de la racionalidad. Por otro lado, las constantes crisis económicas globales han develado el signo distintivo del capitalismo; la creación artificial de escasez y no la promoción de la mayor prosperidad posible (párr. 1).
Pero la función de psicólogos regularmente tiende a virar más a ser agentes de normalización sistemática, que a ser realmente unos agentes de cambio, por decirlo de algún modo nos debemos a la manutención de la ideología.
Como se ha dicho la psicología es una agente de normalización que en realidad se debe a otras cuestiones más propias del sistema en el que vivimos, si bien son contados los psicólogos que se dedican a la crítica, los que existen usan sus palabras para exponer a la luz cómo funciona la psicología en vez de lo que se cree que serían sus funciones, Parker (2010) nos expone los siguiente:
La importancia de la psicología no obedece a la verdad de su conocimiento, sino al servicio que presta al poder. Las descripciones psicológicas de las acciones individuales tienden a ser aceptadas con entusiasmo por los más perjudicados por dichas descripciones. Por su parte, los que se benefician de convencer a las personas de que los problemas pueden ser reducidos a cómo pensamos o sentimos, con gran razón, también creen en la psicología. La psicología es una parte integral cada vez más importante de la ideología, de las ideas dominantes que respaldan la explotación y sabotean las luchas contra la opresión (p. 12).
Si bien es que en este contexto la disciplina de la psicología se debe a un ejercicio del poder, también la pregunta sería ¿A qué poder se debe la misma disciplina? Si entendemos que la economía actualmente es uno de los motores principales de nuestros tiempos, pero este a su vez se debe a la conducta del consumo de cada individuo. Podemos entender que la psicología se debe al poder que impone el capitalismo moderno que se regula al consumo que ejercen las personas. Si buscamos culpables o tratáramos de identificar algún tipo de responsabilidad, se debe al sistema que se ha establecido y nos puede limitar nuestras acciones; pero también este sistema lo ha establecido nuestro consumo y lo que permitimos que suceda.


El papel fundamental de las producciones tecnológicas
Mucho avanza la tecnología en nuestros tiempos y es importante recalcar que esto ha hecho que muchas cosas cambien. La aparición de una tecnología ya implica un cambio social y cultural, desde la forma de producir fuego hasta los dispositivos móviles con lo que ahora contamos; no sobra decir que el desarrollo de la identidad en relación con nuestro contexto también es influenciado por la tecnología ya que este tiene un gran impacto en la funcionalidad de nuestra sociedad, así como, con las relaciones que establecen las personas.
          Pero debemos entender bien que la identidad que forjamos es la que nos permite relacionarnos tanto con las personas con las que podemos relacionarnos, como con nuestro entorno y la sociedad en la que vivimos. Podemos entender por identidad al (Ayala, 2014): “…conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás y, en la formación de este conjunto de rasgos, el lenguaje es el elemento fundamental que permite transmitirlos y preservarlos (párr. 1). Si bien somos la expresión viva del lenguaje mismo y no somos más que una serie de procesos de comunicación con lo otro, que a su vez la comunicación que establecemos son reacciones bioquímicas que mandan pulsos electromagnéticos al sistema nervioso central para poder responder a las situaciones del entorno en el que se vive (Ayala, 2014 y Cuetos et. al, 2015).
          La tecnología desarrolla nuevos modos de comunicación y la intromisión de la WEB 4.0 amenazan generar nuevos cambios en la forma en la que interaccionamos con las personas, Santamaria (2016), nos explica que:
La Web 4.0 es el próximo gran avance y se centrará en ofrecer un comportamiento más inteligente, más predictivo, de modo que podamos con sólo realizar una afirmación poner en marca un conjunto de acciones que tendrán como resultando aquello que pedimos o decimos (párr. 7).
Se vuelven las tecnologías y los sistemas electrónicos tan invasivos en la vivencia humana, que progresivamente la división entre lo virtual y lo físico se vuelve más delgada cada día. Por no decir que existen dispositivos de realidad virtual que vuelven la vivencia de lo digital algo más kinestésico. ¿Cómo cambiarían la forma de interaccionar con el otro? ¿Cómo es que incluso los aspectos técnicos de varias disciplinas que requieren una interacción con el otro tendrían que cambiar a una forma que se adapte a estas exigencias de las nuevas Tecnologías?
Si bien por ahora no tenemos respuestas contundentes a estas preguntas, pareciera ser que solo el tiempo y las investigaciones dedicadas a este ámbito podrían ser la clave para el progreso de las ciencias adaptándose a la tecnología, bien Darwin (1921), señalaba que las especies que sobresalen no son la que evolucionan más o son las más fuertes, en realidad son las que mejor se adaptan al cambios que el entorno exige. Esto también puede ser aplicable al ámbito de las ciencias que también son las que originan el desarrollo mismo de la tecnología que retan su adaptación; así también las personas y sus relaciones.
Las relaciones humanas contemporáneas
La intromisión de la tecnología ha impactado seriamente a la vivencia humana. Es indiscutible que desde la aparición de la web 1.0 muchas cosas han cambiado, desde la información que somos capaces de transmitir o recibir. Genera comunidades, movimientos, denuncia, desinformación, e incluso algo que se le conoce como posverdad[2]. Los aspectos de comunicación siempre han sido la forma en la cual podemos tener relaciones humanas, pero ¿Podríamos decir que estos vínculos y relaciones establecidas por la lejanía del contacto pero la cercanía de la información por medio de estos medios tecnológicos?
          Podríamos decir en este momento que desde algunas perspectivas psicológicas, a esta interacción de cero contacto, podrían ser considerada no como una interacción humana, solo una transmisión de información pero no una relación puesto que el contacto con el otro se vuelve un punto clave para decir que este acercamiento más íntimo es lo que vuelve humano, la forma de relación que se establezca a partir de esta interacción.
          Pero, si nuestras relaciones son solo una serie de interacciones de comunicacionales y una retroalimentación (input, output), en respuesta al mensaje recibido del entorno, ¿Que lo haría diferente si hubiera un contacto o no?
          Lo que se expone aquí, que no se confunda con un comentario hacia la dirección de una supuesta deshumanización, ya que esto solo es el reflejo de las sociedades, que se estructuran bajo los avances tecnológicos, donde el contacto poco a poco se ve irrelevante al momento de establecer relaciones con el otro. Bauman (2015a, 2015b) ya había descrito esto como parte del desarrollo social en el que nos dirigimos, ya sea para mantener una relación con alguien distante geográficamente y alejarnos a su vez de los que nos rodea.
          Pronto la mayoría de las personas conseguirán pajera por medio de aplicaciones; Tinder que es una plataforma dedicada a realizar la conexión entre personas para conseguir pareja, al grado de conectar, alrededor de tres millones (3 000 000) de personas en México y dieciséis millones (16 000 000) de coincidencias (Match) diarias,  tan solo en el año 2016 (El país, 2016). Ahora el lugar de la tecnología y la era que se vive permite el desarrollo de estos fenómenos impulsados por el consumismo y la creciente tendencia a darle más valor a lo que se tiene.
          El consumo actual ya no es de objetos tangibles, son de meros códigos con los que se puede interaccionar. Podemos comprar libros digitales, aplicaciones, videos, películas, música, entre otros. Pero realmente nada de eso lo podemos tocar, pero la otra parte, también es que nuestros hábitos de consumo determinan nuestras relaciones, comprar ropa de alguna marca de alto costo y subir una foto en Facebook aumenta nuestra imagen a los contactos, mostrar imágenes de los lugares a los que se ha viajado, de la comida, de los conciertos a los que se asiste. E incluso, subir videos a YouTube donde pueda dar mi opinión sobre aquellos lugares en los que eh estado, la comercialización de la vida privada y el uso del espectáculo, nos mantiene en armonía con la sociedad, ya que es algo que se debe saber, algo con lo que se convive día con día. El tener números altos en distintas plataformas les da a las personas mayor prestigio y humanidad, siempre mostrando al mundo una serie de evidencia representada por símbolos numéricos de que vivimos en plenitud y felicidad:
La primera fase de la dominación de la economía sobre la vida social produjo en la definición de toda realización humana una evidente degradación del ser en tener. La fase presente de la ocupación total de la vida social, por los resultados acumulados de la economía, conduce a un desplazamiento generalizado del tener hacia el parecer, del cual todo “tener” efectivo debe obtener su prestigio inmediato y su función última. Al mismo tiempo, toda realidad individual ha llegado a ser social, directamente dependiente de la potencia social, elaborada por ésta. En la medida en que la realidad individual no es, le está permitido aparecer (Debord, 1967,  pp. 13-14).
Conclusión
Si bien el triunfo del neoliberalismo en la vida social a determinado muchas cosas para la vivencia del individuo. Claro está que también nuestro consumo determina las dinámicas que el capitalismo estructura para mantener un orden. Una funcionalidad de los subsistemas, muchos paradigmas cambian, con el paso del tiempo y no es para asustarse, como en todo avance hay contrariedades inesperadas. Por ahora vivimos una era de desconfianza que en cierto grado no nos permite analizar aquello en lo que se avanza y hacer funcionar lo que falla, ya que estamos inmersos en una desconfianza constante a tal grado que algunos se refugian en relatos anteriores al de la postmodernidad, como lo son los grupos terroristas, fanatismo religioso y grupos de fascistas neo nazis.
          Lo que debemos entender, es como nosotros contribuimos al desarrollo de estos eventos, el consumo ya no es para satisfacer nuestras necesidades básicas o primarias, es para el ocio, el gozo, la política, el diseño de leyes, hemos llegado al grado de consumo por consumo mismo disolviendo las filosofías de los movimientos en modas que podemos digerir y desechar despojándolo de todo contenido ideológico.  
          En un mundo lleno de tanta información casi pareciera que lo real o lo verdadero solo son espesas masas de lodo que al tratar de sujetarnos de estas, es inevitable resbalarse de este. Tantos pseudo-profesionales llenando de esperanza y mentiras a las personas solo para ganar más dinero, contribuye al ya creciente sensación de desconfianza a las esferas en las que se ve inmersa el individuo, que trae por causa una percepción de decadencia constante donde algunos pocos tienen acceso a las soluciones más eficientes.
          Si habláramos de una respuesta, sería la de tomar todo lo que hay hasta ahora, analizarlo, evaluarlo y generar una crítica que permita al hombre dar con soluciones eficientes a las necesidades actuales. Y así hacer realmente algo, a partir de que conozcamos como llegamos aquí.
Referencias
Fuentes físicas
Asociación Americana de Psiquiatría (American Psychiatric Association, APA). (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. (5 ed.). (CIBERSAM, trad.) México: Panamericana. (Publicado originalmente en 2013, USA).
Baudrillard, J. (2009). La sociedad de consumo: Sus  mitos, sus estructuras. (Alcira Bixio trad.). España: Siglo veintiuno. (Publicado originalmente en 1970, Francia).
Bauman, Z. (2003). Modernidad líquida. México: Fondo de cultura económica. (Publicado originalmente en 2000, Londres).
Bauman, Z. (2013). La cultura en el mundo de la modernidad líquida. (Lilia Mosconi trad.). México: Fondo de cultura económica. (Publicado originalmente en 2011, Londres).
Bauman, Z. (2015a). Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos. México: Fondo de cultura económica. (Publicado originalmente en 2003, Londres).
Bauman, Z. y Donskis L. (2015b). Ceguera moral. (Antonio Rodriguez trad.). México.: Paidós. (Publicado originalmente en 2013, Londres).
Cuetos, F., González, J. y Vega, M. (2015). Psicología del lenguaje. España: Panamericana.
Parker, I. (2010) La psicología como ideología (Revolution in psychology). (A. Gordo, trad.). España: Catarata. (Trabajo original publicado en 2007, Londres).

Piketty, T. (2015). La crisis del capital en el siglo XXI: Crónicas de los años en que el capitalismo se volvió loco. Argentina: Siglo veintiuno. (Publicado originalmente en 2011, Francia).
Rodríguez, R. (2004). Transmodernidad. España: Antropos.
Digitales
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Darwin, C. (1921). El origen de las especies por medio de la selección natural. Recuperado de: http://www.traduccionliteraria.org/biblib/D/D1011.pdf
Debord, G. (1967). La sociedad del espectáculo. Recuperado de: http://criticasocial.cl/pdflibro/sociedadespec.pdf
El país (Junio,  2016). México es el mercado número uno de tinder en AL. http://www.eluniversal.com.mx/articulo/techbit/2016/06/2/mexico-es-el-mercado-numero-uno-de-tinder-en-al
El semanario (Enero, 20, 2016). México, más barato que China. Recuperado de: http://www.vanguardia.com.mx/articulo/mexico-mas-barato-que-china
Hobsbawn, E. (2006). Del feudalismo al capitalismo. Recuperado de: http://www.biblioteca.org.ar/libros/131831.pdf
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Rubli, F. (Septiembre, 8, 2011). A cuarenta años de Avándaro. Recuperado de: http://eleconomista.com.mx/entretenimiento/2011/09/08/cuarenta-anos-avandaro
Santamaria, P. (Mayo, 2016). De la web estàtica a la web ubicua: ¿Qué es y cómo hemos llegado a la Web 4.0?. Recuperado de: http://www.nobbot.com/general/que-es-la-web-4-0/
Villanueva, D. (Junio, 29, 2017). El término posverdad entrará este año en el Diccionario. Recuperado de: http://www.rae.es/noticias/dario-villanueva-el-termino-posverdad-entrara-este-ano-en-el-diccionario



[1] Entendiendo a epoche, como una forma de analizar un fenómeno separado de nuestro ambiente, más bien, ponerlo en un contexto en específico funcional en su análisis, por ejemplo, no es igual analizar la idea de vaca en oriente que en occidente, y mucho menos en distintas épocas históricas, ya que el curso de la historia es un desarrollo constante y lineal (Ezcurdia y Chavez, 2010 y Xolocotzi et. al, 2011).
[2] Se denomina al contexto donde no impera alguna formulación de verdad o argumento, más bien, solo trata de generar una opinión pública, es decir no existe una objetividad latente (Torres, 2017 y Villanueva, 2017)

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