23 AÑOS DE "EXCELENCIA ACADÉMICA"

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Con un firme modelo educativo constructivista-humanista, el Instituto Universitario Carl Rogers, IUCR, nace en el año de 1994, bajo el nombre de “Centro Universitario de Puebla”, Actualmente "INSTITUTO UNIVERSITARIO CARL ROGERS" con el objetivo de difundir los conocimientos y vivencias de la psicología, psicopedagogia y psicoterapia humanista, creando a su vez programas, proyectos de crecimiento y desarrollo del potencial humano. LÍDER NACIONAL EN PSICOLOGÍA, PSICOPEDAGOGÍA, COMPORTAMIENTO Y DESARROLLO HUMANO EN LAS ORGANIZACIONES quieres saber más... visita nuestro web site www.unicarlrogers.com.mx

lunes, 14 de mayo de 2018

Psicología Humanista: la tercera fuerza de la Psicología
María Luisa González Berra

Maestría en Psicoterapia Humanista
Instituto Universitario Carl Rogers

Resumen
La psicología Humanista tiene su origen a finales de la década de 1950, como movimiento social y filosófico, apareciendo como una revolución y cuestionamiento sobre la existencia, propósito, sentido de vida, salud y autorrealización del hombre. El mundo pereció por las guerras y devastación, el daño causado fue tan grande que necesitaba emerger un movimiento distinto para cuestionar la posición del hombre ante las escuelas de psicología. El conductismo era criticado por no tener en cuenta la influencia de la conciencia humana y la personalidad, era mecanicista y dependía de estudios realizados con animales, por contraparte el psicoanálisis era rechazado por el énfasis sobre las fuerzas instintivas e inconscientes. La psicología necesitaba una revolución acorde al momento histórico con una nueva búsqueda de respuestas y filosofía que pudiera brindar un sentido y posición distinta al hombre ante el mundo.
Palabras clave:humanismo,filosofía,fenomenología,sentido,salud,autorrealización.
Abstract
Humanistic psychology emerged in the late 1950s as a social and philosophical movement, appearing as a revolution and questioning the existence, purpose, meaning of life, health and self-realization of man. The world perished by wars and devastation, the damage was so big that a different movement needed to emerge to question the position of man in the world. American psychology was dominated by two schools of thought: behaviorism and psychoanalysis. Neither fully acknowledged the possibility of studying values, intentions and meaning as elements in conscious existence. Although various European perspectives such as phenomenology had some limited influence, on the whole mainstream American psychology had been captured by the mechanistic beliefs of behaviorism and by the biological reductionism and determinism of classical psychoanalysis.
Keywords:humanism,philosophy,purpose,meaning,health,self realisation.
INTRODUCCIÓN
La psicología humanista es considerada como fruto de la revolución en el pensamiento filosófico y psicológico distintos durante la ruptura occidental de la psicología y filosofía clásica de las ciencias psicológicas del siglo XX. La psicología resultaba reducida al basto mundo y a la presencia del hombre dentro de la crisis vivida durante la primera y segunda guerra mundial, dentro de las ciencias psicológicas predominaba los paradigmas mecanicistas y racionalistas a través de la explicación de la conducta humana basada en estudios de laboratorio con animales.
Riveros (2016) afirma que:
Para comprender los fenómenos psicológicos y humanos, conocidos y desconocidos para la época. Una revolución en el pensamiento generada en un siglo donde la civilización occidental queda cuestionada históricamente por las guerras mundiales del siglo XX y una nueva filosofía que aparece con nuevos horizontes conceptuales procedentes de la fenomenología de Edmund Husserl, y por el existencialismo de Sören Kierkegaard y Friedrich Nietzsche.
Por lo tanto la psicología humanista es un movimiento que aparece en los años 50 del siglo XX en respuesta a los modelos terapéuticos de entonces: el conductismo por su rigidez mecanicista y el psicoanálisis por el énfasis que desarrollaba a través de la patología y en algún punto de vista pesimista acerca del sufrimiento humano.
La tercera fuerza de la psicología reúne las aportaciones más valiosas de las otras dos corrientes e introduce en el movimiento humanista y la practica terapéutica conceptos como el crecimiento, amor, autorrealización y afectividad, siendo un movimiento heterogéneo e integrador.
Es necesario comprender al humanismo como un nuevo Paradigma, surgido simultáneamente en USA y en Europa, después de Hiroshima, y sus implicaciones para la psicoterapia y la Psicología como una nueva ciencia que pretende integrar
una concepción del hombre y del quehacer terapéutico pretendidamente más holístico, más filosófico, además de científico. Ello implicaba ir en busca de otras formas de conocimiento como la Filosofía, Religión, el Arte y prácticas milenarias de curación física y metal.
Fourcade (1982) la define como:
Un acercamiento al hombre y a la experiencia humana en su globalidad. Un movimiento científico y filosófico que comprende la psicología en sus dimensiones dinámica y social, basada en una visión holística del hombre, redescubriendo así formas tradicionales occidentales y orientales de conocimiento.
La intención de los primeros humanistas no era fundar una nueva escuela de psicología teórica, dada esta diversidad. Su propósito era introducir un nuevo espíritu, una nueva manera de hacer psicología, que trascendiera las limitaciones del puro objetivismo y llenara el vacío dejado por los dos grandes sistemas teóricos de la época: el conductismo y el psicoanálisis.
Maslow (1962 citado por Gondra, 1986) afirma que:
es una alternativa para esos sistemas teóricos, e intentar una organización similar a las de las demás escuelas, es decir, fundar una revista y una asociación, actuaban de la misma manera que sus antagonistas. A pesar de su heterogeneidad, los primeros humanistas coincidían al menos en una cosa: la insatisfacción profunda ante el estado de cosas imperante en la psicología de la época.
La Psicología humanista era un grito de protesta contra los excesos del conductismo y del psicoanálisis. Los humanistas criticaban al conductismo por su mecanicismo, que convertía al ser humano en un muñeco mecánico a merced de los estímulos ambientales que, por su reduccionismo, imposibilitaba el estudio de lo más específicamente humano: la vivencia de la plena subjetividad. Al psicoanálisis le reprocharon su irracionalismo y su determinismo que convertían a la persona en
una víctima de sus oscuras motivaciones inconscientes y la dejaban anclada en el pasado.
Gondra (1986) afirma que:
Los humanistas no tuvieron un método psicológico común. Unos, influidos por la metodología y el análisis existencial, recurrieron al método fenomenológico. Otros, utilizaron los métodos de sus psicologías de origen. Otros, como Rogers, intentaron conciliar en vano el método objetivo con el estudio de la subjetividad humana.
Filosofía dentro del movimiento humanista
El nacimiento de la psicología humanista se relaciona con las características sociales y los valores culturales de las sociedades occidentales y en particular la norteamericana en la década de los cincuentas. Uno de los rasgos que caracteriza a al humanismo es su condición de movimiento filosófico y social. Tomando en cuenta al ser humano con los aspectos existenciales como libertad, conocimiento, responsabilidad e historicidad.
El término humanismo se relaciona con las concepciones filosóficas que colocan al ser humano como centro de su interés. El humanismo viene a significar la valoración del ser humano, la propia condición humana.
Se refiere a una amplia gama de filosofías y perspectivas éticas que ponen énfasis en el valor y las acciones de los seres humanos, individual y colectivamente, y que prefieren el pensamiento individual y la evidencia sobre las doctrinas establecidas o la fe religiosa.
El término humanismo puede ser ambiguamente diverso y ha habido una confusión de los usos de dicho término ya que son muchos los movimientos intelectuales que se han identificado con este concepto a lo largo de la Historia. La psicología humanista es más que un movimiento, e incluso más aún el reflejo de una actitud sobre el ser humano y el conocimiento.
Villegas (1986) afirma que:
El mismo Maslow considerado generalmente su inspirador, recuerda que el movimiento de la Psicología humanista “no es obra de un solo líder o de un gran nombre que lo caracterice, sino de muchas personas”, como Erich Fromm, KurtGoldstein, Karen Horney, Gordon Allport y Henry Murray, entre sus antecesores y Carl Rogers, Rollo May, Gardner Murphy o Erik Erikson, entre sus coetáneos. Como cualquier movimiento científico social, la Psicología humanista-existencial no surge de forma repentina, desconectada de su entorno histórico y contextual.
Villegas plantea que no es necesario recordar los acontecimientos sociopolíticos y culturales que caracterizaron la situación mundial durante la década de los sesenta, ni los que afectaron especialmente la sociedad americana.
Después de dos guerras mundiales, el mundo occidental, inmerso en una oleada de crecimiento económico y bienestar social, experimentaba una revolución de sus costumbres y aspiraciones.
“El cuerpo, sometido en las décadas anteriores a la represión sexual y militar, se rebelaba, libre de tabúes, deseoso de nuevas estimulaciones sensoriales internas y externas. Las personas podían encontrarse libremente, conocerse y amarse, más allá de las divisiones raciales, políticas y de clase” (1986, p. 12).
Uno de los aportes que fundamenta metodológica y epistemológicamente a esta visión del mundo es el método fenomenológico propuesto por Edmund Husserl, que consiste en llevar a la conciencia, en estado natural a ser una conciencia pura que se constituya en darse cuenta de las cosas.
Por otro lado el mérito de la filosofía existencialista representa uno de los fundamentos teóricos y metodológicos que orienta, legitima y da solidez a su labor dado que toda filosofía es una visión del mundo, se convirtió en el cristal desde el cual podemos aprender a mirar el mundo.
Husserl (1913 citado por Osorio 2013) se preocupa por resumir la fenomenología de la siguiente manera:
"Yo encuentro constantemente ahí delante, como algo que me hace frente, la realidad espacial y temporal una, a que pertenezco yo mismo, como todos los demás hombres con que cabe encontrarse en ella y a ella están referidos de igual modo. La 'realidad' la encuentro -es lo que quiere decir ya la palabra- como estando ahí delante y la tomo como tal como se me da, también estando ahí. Ningún dudar de datos del mundo natural, ningún rechazarlos, altera en nada la tesis general de la actitud natural" (Husserl 1913:69).
Como movimiento filosófico los existencialistas respiraban una atmosfera común de pesadumbre y desasosiego. Se sentían arrojados a un mundo que ya no ofrecía nada de seguridad, si no catástrofes.
En el centro de la filosofía existencialista se encuentra la contemplación y exploración del ser humano, la existencia. El hombre no tiene una esencia que le determine a ser de una manera predeterminada, él mismo es su propio hacerse, su propio existir.
Inwood (2011) clarifica que:
“Tomando como referencia a Heidegger el SER es un ser-ahí (Da-sein). Cuando el hombre se pregunta por el sentido de ser, la primera evidencia es la condición de “ser en el mundo” (existir). Esto quiere decir que el ser está condicionado por el tiempo y el espacio. “El mundo” hay que entenderlo como un lugar pre-existente; la temporalidad condiciona al ser en tanto en cuanto proyecta al ser más allá de sí mismo. Sería algo así como: soy consciente de que soy, también soy consciente de que voy a dejar de ser lo que soy ahora para ser lo que seré mañana. Esto es lo Heidegger llama factilidad.”
Nuestra existencia lleva implícita la angustia de vernos proyectados en un mundo en el que tenemos que ser a nuestro pesar. Sin embargo en esta especie de callejón sin salida surge la libertad.
Los postulados de la filosofía existencialista que se representan con fuerza en la psicología humanista son:
Argente (2013) clarifica que el miedo y la libertad:
“la existencia humana se caracteriza por haber sido arrojada al mundo (Heidegger) y confrontada con la muerte; este ser arrojado lo confronta continuamente con el desgarro, el abandono (Kierkegaard), vacío (Sartre) y la muerte. Jaspers habla de situaciones límite: el hombre en la búsqueda de sí mismo aprende a conocer sus límites. Debe comprender la muerte, el sufrimiento, la desesperación como parte de su existencia”. (p.78).
Una consecuencia inmediata de este ser arrojado es el miedo, la otra cara es la libertad. El miedo es la condición necesaria para la libertad. Heidegger habla de la libertad de elegir y decidir no solo como una posibilidad sino también como una necesidad de la existencia humana. Algo a lo que está abocado.
Esta capacidad de elección y de decisión es la que hace al hombre responsable de su existencia, si la niega, la esquiva o la traspasa a otros seres humanos no vive conforme a su condición. Jaspers refiere que entramos en situaciones límite “con los ojos abiertos”; el ser humano percibe que la última decisión es de él mismo. La decisión es acción.
Por otro lado la condición de presente: la existencia humana está vinculada al pasado, presente y futuro. Desde el pensamiento existencialista el futuro es el que da sentido a la existencia. El comportamiento presente está condicionado por un propósito, una meta que se proyecta en el futuro. Desde aquí damos sentido a nuestra historia y se condiciona nuestra elección.
Psicología humanista como nuevo paradigma para la salud
Desde la filosofía existencialista brotan pensadores que hablan de Psicología desde la filosofía y desde la teología: Martin Buber, Viktor Frankl, y Paul Tillich, declarando que el ser humano es una criatura espiritual y, dando cuenta de ello a través de
fenómenos nuevos: otorgar un sentido al sufrimiento por medio de la espiritualidad, por una postura espiritual más que por una actitud mental.
Riveros (2014) afirma que:
“La Psicología Humanista no es un sistema ni un pensamiento, sino más un movimiento constelado, de connotados autores que tienen en común la ampliación de la ciencia, buscando el conocimiento de lo propiamente humano en otras disciplinas.”
Dentro de las disciplinas que nutren la psicología humanista se encuentra la filosofía como se mencionó anteriormente, la antropología, la religión y el estudio de la dimensión artística. Esta psicología intenta abarcar al hombre como un ser holístico, un ser formado por un todo complementando e interactuando a su contexto. Esta dimensión legitima lo subjetivo a través de un nuevo objeto de estudio que es la experiencia interna.
La pretensión era concebir una disciplina que estudiara al hombre como un ser total, es decir, que la dimensión metal estuviese integrada a la conducta, así como a la espiritual. Estudiando a este ser como un todo no fragmentado donde se encuentra presente la percepción, pensamiento, lenguaje etc.
Riveros (2014) clarifica que: La aspiración era trascender las dicotomías que habían caracterizado a la psicología tradicional: sujeto-objeto, sujeto y contexto, razón y emoción, razón e intuición, razón e inconsciente, mente y cuerpo, cuerpo y espíritu.
Dicho en breves palabras, era concebir al ser humano como una sola unidad con su ambiente, tener presente que el ser humano es también una unidad en sí misma, es decir, somos biológicos y espirituales a la vez, somos estéticos y primitivos a la vez, somos proactivos y reactivos a la vez.
Se utiliza el término salud dentro de la psicología humanista porque podría definirse como un estado de bienestar en el cual los seres humanos son conscientes de sus propias capacidades, pudiendo afrontar las tensiones de la vida para trabajar y vivir de forma fructífera.
La Organización mundial de la salud (OMS) define salud como: “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
La cita procede del Preámbulo de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud, que fue adoptada por la Conferencia Sanitaria Internacional, celebrada en Nueva York del 19 de junio al 22 de julio de 1946, firmada el 22 de julio de 1946 por los representantes de 61 Estados (Official Records of the World Health Organization, Nº 2, p. 100),
Los psicólogos humanistas entre ellos Carl Rogers propusieron ideas sobre los procesos mentales en los que se enfatiza la libertad de los individuos a la hora de tomar el rumbo de sus vidas. Se enfatiza en la libertad del individuo por ello ni los factores biológicos ni ambientales son determinantes en el comportamiento y no “arrastran” irremediablemente a los seres humanos hacia ciertos tipos de comportamiento.
Aquí es donde se puede observar el quiebre y la diferencia con los enfoques reduccionistas y deterministas que en algún momento significaron un pesimismo hacia las tragedias de la vida y el ambiente ejercidas en la vida de los hombres durante la primera y segunda guerra mundial.
Pezzano (2001) afirma que:
“Las personas altamente funcionales se caracterizan por estar en un proceso constante de auto-actualización, es decir, búsqueda de un ajuste casi perfecto con los objetivos y las metas vitales. Este proceso de desarrollo personal se encuentra en el presente, por lo que siempre está en funcionamiento. De este modo, la personalidad de las personas altamente funcionales es, para Carl Rogers, un marco en el que fluye en tiempo real un modo de vivir la vida que se adapta a las circunstancias constantemente”.
Esta afirmación concuerda con los términos de la Organización Mundial de la Salud sobre el significado de salud, donde se menciona un bienestar Holístico que abarca distintas esferas del ser humano, eso es lo que busca la psicología humanista.
Las personas altamente funcionales se caracterizan por estar en un proceso constante de auto-actualización, es decir, búsqueda de un ajuste casi perfecto con los objetivos y las metas vitales. Este proceso de desarrollo personal se encuentra en el presente, por lo que siempre está en funcionamiento.
De este modo, la personalidad de las personas altamente funcionales es, para Carl Rogers, un marco en el que fluye en tiempo real un modo de vivir la vida que se adapta a las circunstancias constantemente.
Rogers (citado en Pezzano 2001) reflexiona sobre la visión optimista de Rogers en relación con el ser humano. “Simpatizo poco con el concepto de que el hombre es básicamente irracional. La conducta del hombre es exquisitamente racional, se mueve con ordenada y perspicaz complejidad hacia las metas que su organismo se esfuerza por alcanzar”
El hombre tiene características inherentes a su especie y los términos que describen estas características son: Positivo, se mueve hacia adelante, constructivo, realista y digno de confianza. Tiende hacia el desarrollo, es sensible, responsivo, creativo y adaptable.
Dentro de la psicología humanista no se analiza el presente como algo que debe ser explicado totalmente por las vivencias del pasado, sino que se vive plenamente, los temimos principales dentro de humanismo son:
Confianza en uno mismo
El hecho de abrazar una manera libre de vivir la vida conlleva fiarse del propio criterio y la propia manera de tomar decisiones por encima de cualquier otro referente. La idea es que, como nadie conoce mejor que uno mismo la propia manera de vivir la vida, no se tiende a apoyarse en códigos de comportamiento impuestos desde instancias externas.
Creatividad: El hecho de que las personas altamente funcionales sean enemigas de los dogmas y las convenciones hace que miren más allá de lo considerado como "normal". Esto proporciona las bases necesarias para que puedan desarrollar su creatividad.
Libertad de elección: el modo de ser creativo e innovador de la personalidad altamente funcional teorizada hace que estas personas sean capaces de encontrar nuevas opciones de comportamiento allí donde aparentemente solo hay unas pocas. Esto define el carácter inconformista de este tipo de personalidad, que es capaz de resolver paradojas en las que hay una aparente contradicción entre las opciones que a priori parecen disponibles.
Desarrollo personal: el desarrollo personal es el motor vital de las personas altamente funcionales. Se vive como un proceso de cambio constante, en el que nunca se alcanza una meta final definitiva sino que se va pasando de una etapa a otra.
Por lo tanto la tercera fuerza de la psicología propone que la vida es un proceso dinámico y cambiante, se sostiene de los momentos más enriquecedores de la vida son momentos de procesos cambiantes. La vida es orientada por una comprensión e interpretación de la propia experiencia, constantemente cambiante. Siempre se encuentra en un proceso de llegar a ser.
Rogers 1961 (citado en Pezzano 2001) reflexiona el movimiento humanista de la siguiente forma:
Las enseñanzas descritas demuestran por qué Rogers y los humanistas no abrazaron una filosofía ni un sistema de principios que pretenda imponer a los demás. “Sólo puedo intentar vivir de acuerdo con mi interpretación del sentido de mi experiencia y tratar de conceder a otros el permiso y la libertad de desarrollar su propia libertad interna, y en consecuencia, su propia interpretación de su experiencia personal”
Por lo tanto la psicología humanista tiene como principal característica considerar al ser humano como un todo. Sabiendo que existen múltiples factores que intervienen en la salud mental. Entre ellas convergen y se interrelacionan: las
emociones, el cuerpo, los sentimientos, la conducta, los pensamientos, la educación, la cultura y el contexto de desarrollo del ser humano.
CONCLUSIONES
La psicología a lo largo de la historia ha sido cambiante dependiendo el momento histórico en el que se desarrolla, esta tercera fuerza de la psicología presento ideas muy novedosas fuera de la patología, eliminando la concepción de enfermedad irremediable manejadas por las corrientes mecanicistas y deterministas. Un gran punto a favor que presenta es la integración de los distintos enfoques para poder observar y estudiar la conducta humana desde un plano filosófico que le brinda al hombre una oportunidad de preguntarse acerca de su existencia. Al no ser rígida permite la incorporación de la ciencia para poder ahora en la actualidad tratar las dificultades o conflictos humanos desde una visión multidisciplinaria donde se aceptan y convergen la ciencia con la psicoterapia más subjetiva que fisiológica, brindando la oportunidad de desarrollar ideas y sentido sobre la existencia desde la experiencia y subjetividad. Hasta ahora la ciencia no ha podido dar sentido de existencia o solución a los conflictos del sentir ya que no es medible la forma en que cada ser humano significa los eventos importantes en su vida.
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