Amor platónico

Amor platónico

Por: Jesús Adrian Eugenio de los Santos

Participante del Concurso "Cuéntanos tu cuento 2017”

Mi nombre es Enrique después de algunos años que estuve dedicado al trabajo y al relajo decidí seguir estudiando, así que busqué escuelas que me gustaran, aunque mi primera opción era una que es muy conocida por el relajo, aquí comienza mi historia….

Yo no sé si fue el destino, la suerte, la vida o el universo que conspiraron para que mi primera opción pasará por alto, y por qué digo que no sé qué me paso, pues porque entre en la escuela que menos pensaba, una escuela que ni siquiera conocía, el primer día de clases, yo estaba apático pues estaba rodeado de personas desconocidas algunas que a primera impresión me cayeron mal, otras que me intimidaron y algunas chicas que me parecieron atractivas, pero no fue hasta el segundo día de clases, cuando algo sucedió, algo que cambio mi vida, escuche una voz, una voz que me hizo sentir tranquilo, una voz que me llevó a un estado de paz, una voz angelical, yo no sabía de quien era esa voz y no necesitaba saberlo pues el simple hecho de escucharla me hacía feliz y me calmaba, yo no intente saber de quién era, he ahí un gran error, pues al ver a la persona que emitía esa hermosa voz no solo me sentí tranquilo, sino que sentí como mi sangre corría muy rápido por mis venas, el tiempo se detuvo y nada de lo que pasara era importante para mí, mis ojos no parpadeaban pues no podían dejar de ver a la mujer que en ese momento me robo el aliento, yo no sabía si eso era amor, gusto, atracción o capricho, lo que si sabía es que jamás en mis 23 años había sentido algo así, al pasar los días supe que su nombre era María Fernanda, pero ella prefería ser llamada como fer o Fernanda, me fui dando cuenta de que todo el tiempo pensaba en ella y siempre la miraba, fue ahi cuando supe que en verdad estaba enamorado de ella, de una mujer a la que no tenía el valor de hablarle, no le hablaba porque tenía miedo, miedo a que con una acción o alguna palabra pudiera perder algo que no me pertenece, miedo a que pensara que era un tonto o que algo en mi le desagradara así que decidí que solo sería mi amor platónico, los días pasaban y yo siempre evitaba el contacto con ella, aunque de igual manera siempre la observaba a la distancia y admiraba su belleza, un día salimos de fiesta varios compañeros de la escuela y yo, entre ellos estaba María Fernanda, quizá ese día me habría atrevido a hablarle, quizá si le hubiera hablado algo bueno habría sucedido quizá, quizá, quizá, pero eso no paso, ella iba con un chico que era su novio, un chico de nuestro salón y aunque debo admitir que al principio me sentí molesto después de un rato entendí que no tenía por qué estarlo pues yo ni siquiera me había atrevido a hablarle, en esa fiesta evite estar cerca de ella y me emborrache no sé si de coraje, decepción o gusto.

Los días pasaban y aunque yo ya estaba tranquilo seguía sin poder hablarle, un día cuando estaba en la cafetería viendo que iba a comer escuche la voz que me encantaba y me llevó a un estado de paz, pero no sólo eso, pues esta vez era yo el destino de aquella voz, al voltear vi a Fernanda viéndome con esos ojos cautivadores, y esa sonrisa encantadora, en ese momento sentí como algo revoloteaba en mi estómago y puedo jurar que no eran mariposas sino más bien águilas, o dragones, todo, menos mariposas; no sabía que hacer, así que solo le conteste y enseguida me fui de aquel lugar, huyendo cual vil ladrón aunque el robado era yo, me habían robado el aliento, la razón y el corazón. 

Después de algunas semanas sin ningún contacto con ella salimos a un bar, compañeros del salón ella y yo, yo iba muy tranquilo pues sabía que ella estaría ahí con su novio, así que yo estaba disfrutando, bailaba con algunas compañeras, brindaba con todos, pero a ella la veía rara, iba sola y me veía y se reía, pensé que se reía de lo que yo hacía, pero no le tome importancia, yo seguía bailando con mis compañeras, cuando pusieron música salsa todas querían bailar conmigo (pues de los que íbamos era el único que bailaba), baile con todas una pieza con cada quien cuando Fernanda me dijo que quería bailar y sin pensarlo le dije que sí, durante más de media canción no hubo ninguna palabra ni contacto visual, hasta que ella me dijo: . -¿porque eres así conmigo? ¿Porque con los demás eres divertido y conmigo eres tan callado? ¿Acaso te desagrado? . Yo no sabía que contestar y si por mí hubiese sido habría salido huyendo de aquel lugar, pero no fue así, el alcohol había hecho efecto en ambos y me arme de valor y le dije:

-obvio no me desagradas, la verdad es que es todo lo contrario, me gustas mucho y no te hablo por miedo a que pienses mal de mí. . -pero yo jamás pensaría mal de ti, me caes muy bien, de hecho no sé por qué no me hablas si te me haces atractivo. . En ese momento no había palabras que describieran lo que yo estaba sintiendo, no supe qué decir, pero nuevamente en alcohol hablo por mí-a mi tú me gustas mucho y por eso no me acercaba, por miedo y pena, aparte porque no sé si pueda ser solo tu amigo. . La mire y ella estaba un poco sorprendida, pensó un poco y me dijo: -pues somos solo amigos porque tú quieres, porque no te atreves a pedirme que seamos algo más. . De nuevo estaba paralizado, no sabía qué hacer y mi respuesta fue lo más tonto que pude haber dicho-¿pero tú tienes novio? . -yo no tengo novio, terminamos hace algunos días-¿quieres ser mi novia?. Le dije sin pensarlo. 

Mi voz se ahogaba cada segundo que pasaba pues sentía como me clavaran mil estacas en el pecho cada milésima de segundo, hasta que ella después de un breve silencio dijo si y me dio un beso. El resto de la noche fue increíble, nos comenzamos a conocer y nos dimos cuenta de que éramos muy muy parecidos, al otro día desperté un tanto desconcertado pues yo estaba seguro que lo de la noche anterior solo había sido gracias al exceso de copas, así que no le hable todo el día sábado; el domingo ella me escribió: -"oye que te pasa" supuse que estaba enojada y yo le respondí- "una disculpa por lo del día viernes, estaba un poco tomado y por eso me sentí en confianza, disculpa si te ofendí y entiendo que lo que pasó queda olvidado"

tardó en responderme así que pensé que estaba muy enojada y que todo quedaría en el pasado, cuando me contestó lo siguiente-¿de qué hablas?, ¿ósea que para ti solo era un juego?; Yo solo quería decirte que porque todo el día de ayer no me hablaste si somos novios, pero si para ti solo fue eso, un exceso de copas está bien, lo entiendo. Mi corazón lloro de felicidad al ver que todo era real, que no fue un juego o un exceso de copas, sino que ambos queríamos estar juntos y solo pude decirle: -no, claro que para mí no fue nada de eso, pero pensé que para ti si, obvio que quiero estar a tu lado, pero mañana que nos veamos antes que nada tengo que decirte una cosa, algo muy importante para mí y necesito estar sobrio y que tú también lo estés y no hable más con ella hasta el lunes.

El lunes cuando llegó a la escuela yo la esperaba y me dijo-¿qué me quieres decir? ¿De qué quieres hablar? Me acerque a ella y le dije-yo te quiero mucho y me cuesta mucho decirte esto... ¿Quieres ser mi novia?

Al decir eso saque una rosa que tenía y espera de nuevo su respuesta, sentí lo mismo que la primera vez, y ella me abrazó y me dijo-claro que si quiero ser tu novia!! Pero dime ¿por qué me lo preguntas de nuevo? -por qué la verdad no creo que sea real y te lo preguntare muchas veces más, para saber que no estoy soñando o imaginándome cosas. Desde ahí comenzó un juego entre nosotros, algo que se me nos hizo costumbre, que fue el preguntarle siempre si quería ser mi novia, incluso ella a veces me decía-ahora no me has pedido que sea tu novia -¿quieres ser mi novia? -si- Después de algunos meses mi familia las conoció y la adoraban, yo estaba muy agradecido con dios, la vida, el destino, el universo, con todo y con todos, pues tenía a mi lado una mujer hermosa, inteligente y que me daba las fuerza que yo necesitaba para ser el mejor, todo era perfecto, pero como todo lo que sube tiene que bajar, llego el tiempo donde comenzamos a discutir, eran discusiones tranquilas y absurdas, siempre el amor que nos teníamos el uno al otro sacaba todo a flote y hacía que todo marchara bien.

Después de algún tiempo de relación los dos éramos muy felices y no podíamos estar el uno sin el otro, pero un día algo sucedió, todo se nublo, el frío regresó, la oscuridad me cegaba, no sabía qué hacer, me encontraba desesperado, angustiado, triste y frustrado, solo podía escuchar esas cuatro palabras una y otra vez en mi cabeza "esto es todo, terminamos", ¿porque me decía esto? Por que como en todo hubo gente que no soporto vernos felices y empezó a inventar chismes.

Durante algunos días no quería saber nada de nadie, no tenía fuerzas para nada, me sentía devastado, pero vino a mi cabeza una frase que me dio ánimos "el verdadero amor no muere de un día para otro" así que decidí intentar una vez más estar al lado de la persona que amaba, así que tome fuerzas e intente regresar a la normalidad, después de algunos días, ella se acercó a mí y me dijo: -yo te quiero mucho, más que a nadie pero por ahora no quiero una relación de pareja, me han lastimado mucho y me encuentro inestable y no quiero lastimarte yo a ti, así que solo podemos ser amigos. 

Con estas palabras Fernanda no lo sabía, pero en ese momento algo en mi murió, acepte su decisión, aunque fue muy difícil para estar sin Fernanda en mi vida, pues yo sabía que ella me amaba como yo la amaba a ella. Los días pasaban y cada vez era más notable que no podíamos estar separados y que no éramos simples amigos, pues pasábamos todo el tiempo juntos, nos abrazábamos, nos besábamos y manteníamos relaciones sexuales, solo que como amigos, pasaba el tiempo y la gente se daba cuenta de que no éramos simples amigos, todos sabían que entre nosotros había algo, ambos estábamos felices y de acuerdo con lo que teníamos y yo cada vez pensaba más que esa frase era cierta, y que nuestro amor era cada vez más fuerte, peleábamos pero siempre regresamos el uno al otro. …………

Después de unos meses decidimos intentar ser novios de nuevo, pues ambos sabíamos que éramos el uno para el otro, pero una vez más las cosas no salieron como lo esperábamos y nuestra relación fracasó de nuevo, por un momento que me cuestione que estaba mal o porque no funcionaban las cosas, ¿acaso no estábamos destinados a estar juntos? ¿Llegamos tarde a nuestras vidas? ¿qué pasaba?, aunque de nuevo nos separamos después de algunos días regresamos a estar juntos pues ambos nos queríamos, buscábamos y necesitábamos, lo nuestro era muy notorio, tanto que varias personas me decían: 

-¿cuánto tiempo llevan de estar juntos? 

-pues de novios duramos un año, y de "amigos" llevamos 3 años. -ustedes terminaran juntos, pues se ve que se quieren mucho ambos. Este tipo de comentarios, me hacían sentir muy bien, esto y las frases que comúnmente leía como "dejarlo ir si vuelve es tuyo, sino nunca lo fue" o "si dos personas están destinadas a estar juntas aunque se separen el tiempo se encargará de juntarlas". …………………………………………………

Todo esto me hacía no perder la fe en que éramos el uno para el otro y en que estaríamos por siempre juntos, un día Fernanda llegó, me abrazó y me dijo: -sabes yo siento que tú y yo terminaremos juntos, y la verdad me gustaría mucho. -¿tú crees? (Yo estaba lleno de emoción, así que mientras tomaba una paleta de dulce que teníamos ahí, le dije),

-María Fernanda ¿quieres casarte conmigo? (mientras me hincaba), Yo sé que no tengo un anillo pero esta paleta será nuestro anillo de compromiso, ¿aceptas? Sus ojos se veían más cristalinos que nunca, la voz que me encantaba se quebraba, su mirada estaba fijada en mí, nada de eso tuvo importancia pues yo solo esperaba la respuesta, y ella me dijo: 

-ahora solo somos amigos, pero claro que acepto en un futuro ser tu esposa, de ahora en adelante estamos comprometidos y de ahora en adelante somos el uno para el otro, en algunos años tu y yo seremos esposos, tendremos dos hijos y seremos felices para siempre.

Estas palabras me llenaron de felicidad y me hicieron ver que todo lo que había escuchado, leído y visto en libros y películas era real. Ahora toda mi vida tenía sentido y anhelaba el momento en que Fernanda y yo estuviéramos juntos. Hoy después de algunos años, me encuentro, con un traje puesto, al pie de una iglesia, me encuentro desconcertado, emocionado, nostálgico, nervioso y muy feliz, por mi cabeza pasan miles de recuerdos, pero en especial de Fernanda, de la vida que planeamos juntos, de nuestros hijos, de nuestro feliz futuro, al alzar la mirada veo a la mujer más hermosa para mí en ese momento, la veo caminar hacia mí con un hermoso vestido blanco, viene a mi cabeza un recuerdo.

La noche de nuestra graduación, ella se veía hermosa como siempre con su vestido largo, estábamos más cerca cada vez de cumplir nuestro sueño de estar juntos.

Camino hacia el altar y me siento muy feliz, una lágrima rueda por mis mejillas y viene acompañada de sus compañeras, de un momento a otro me envuelve el llanto, un llanto de felicidad, que trae una pregunta a mi mente, ¿que será de Fernanda? ¿Qué fue de nosotros? ¿Dónde quedaron nuestras promesas? ¿Dónde quedaron nuestros sueños? ¿Por qué estoy aquí sin ella?

Quizá algo paso aquella noche que nos despedimos y prometimos mantener contacto, espere su llamada por algunos días, la busque y jamás la encontré, me fue difícil el aceptarlo pero después de un tiempo la solté, la deje ir y no puedo hacer más que desearle el bien, hoy me encuentro en la boda de mi hermana y me preguntó si yo sería igual de feliz que mi hermana, si ¿Fernanda se vería tan hermosa como siempre?, si ¿Fernanda será feliz? Si ¿ella se acuerda de mí? lo que más me viene a la cabeza es el saber que en realidad no existen los finales de película, que no todo es como yo quiero que sea, que el amor también duele, que el amor da las mejores lecciones de vida, que un segundo puede durar una eternidad y una eternidad puede terminar en un segundo, que no existe amor perfecto, que lo mejor para guardar son momentos, momentos que se quedan para siempre en el corazón, que el amor no es de compartir gustos sino compartir las ganas de estar juntos y de superar las adversidades, que ya la espere demasiado y quizá el tiempo no la pondrá de nuevo en mi vida, que yo no fui el amor de su vida, pues me olvido y abandono, que si no volvió a mi es porque no era para mí, que el amor cuando es de verdad efectivamente no muere de un día para otro, es más no muere pues queda por siempre en forma de recuerdos, pero siempre y a pesar de todo podremos salir adelante retomar nuestro camino y ser felices, así que hoy solo seré feliz y bailaré, bailaré toda la noche, esperando que llegue alguien que desee bailar salsa conmigo. Pues bailar bajo la lluvia es mejor que llorar por que llueve. Fin