EL
ESTRÉS COMO FACTOR DETERMINANTE DE LA PRODUCTIVIDAD LABORAL
Jesús
Santos Téllez Pérez
Instituto
Universitario Carl Rogers
Licenciatura
en Psicología
RESUMEN
La presente investigación exploró los
efectos del estrés en la productividad laboral, así también se revisaron las
causas de los eventos estresores en distintos escenarios; casa, trabajo, medio
social. El estrés adquirido en los diferentes escenarios, tiene efectos tanto
benéficos como tóxicos para el desempeño en el medio laboral. El tipo de
estudio realizado fue mixto y de carácter explicativo, mediante un estudio de
caso instrumental al cual se le aplicó una escala Lickert, así también una
entrevista a profundidad. De los resultados obtenidos se puede decir que: el
estrés tiene la característica de mantener al individuo en estado de alerta,
mismo que le provoca angustia, ansiedad, fatiga, irritabilidad, nerviosismo,
preocupación, tristeza y que lo puede enfermar llevándolo a un estado
depresivo, pero en otros casos y dependiendo de la motivación, puede lograr que
el individuo se encuentre eufórico, nervioso, orgulloso, inspirado y con un
sentido de urgencia que haga que su productividad laboral repunte y logre
mejorar las expectativas planteadas. Las empresas hoy en día, apuntan a la
contratación de personal con altos niveles de estrés pero con sentido de
urgencia, considerándolo un elemento benéfico para lograr sus metas a pesar de
llevar al individuo a un estado crítico si es que no alcanza sus metas
personales y hundirlo en la insatisfacción profesional. De aquí, que el estrés
tiene la particularidad de ser tan solo un efecto multifactorial, pues son
muchos los elementos que lo conforman y que hacen al trabajador rendir más a
pesar del deterioro de su salud.
Palabras Clave:
Estrés. Productividad,
ABSTRACT
The
present research explored the effects of stress on labour productivity, thus
also reviewed the causes of events stressors in different scenarios; home,
work, half social. Acquired in the different scenarios, stress has both
beneficial and toxic effects for the performance in the workplace. The type of
study was mixed and explanatory, by nature an instrumental case study applied
to which a Likert scale, thus also an interview with depth. . The results
obtained, it can be said that: stress has the feature of keeping the individual
in State of alert, which causes him anguish, anxiety, fatigue, irritability,
nervousness, concern, sadness and that can make you sick taking him to a
depressive state, but in other cases and depending on the motivation, can
achieve that the individual is elated, nervous, proud inspired and with a sense
of urgency that makes that labor productivity to pick up and achieve improve
raised expectations. Companies today, targeting the recruitment of personnel
with high levels of stress but with a sense of urgency, whereas a charity
element to achieve your goals despite lead the individual to a critical state
if it does not reach their personal goals and sink it into the professional
dissatisfaction. From here, the stress has the particularity of being just a
multifactorial effect, as there are many elements that comprise it and making
workers pay more despite the deterioration of their health.
Key words: Stress. Productivity,
Introducción
El estrés se presenta actualmente como
una necesidad para cualquier ciudadano laboralmente activo, sin importar la
profesión que ejerza. La misma sociedad tiende a empujar al individuo hacia una
vorágine de situaciones que le obligan a sobresalir o a sufrir el desencanto y
como consecuencia de ello la frustración tanto en lo personal como en lo
laboral.
En los trabajos ya no es suficiente ser
eficaz, ahora hay que ser por demás eficiente; es decir, complementar los
objetivos, pero en el menor tiempo y costo posible. Hoy como siempre, existen
los empleos mal remunerados y como consecuencia de esto, los trabajadores
mil-usos, así también los trabajos temporales o inestables propician
inseguridad en los trabajadores
En los momentos en que los individuos se
interrelacionan, el estrés puede aumentar a niveles verdaderamente altos y
llegar a afectar la convivencia familiar, social o más aún laboral. El trabajo
supone un desequilibrio en las bases de funcionamiento que perjudica la labor
en equipo y la productividad.
El estrés no es un fenómeno imposible de
afrontar muy a pesar de que sea considerado como crónico y que esté afectando
la salud mental o física. Es posible disminuir el estrés a partir del conocimiento
del mismo y así empezar a realizar acciones para contrarrestarlo. De esta
manera será posible mejorar la calidad de vida de muchos trabajadores y como
consecuencia de ello, mejorar el contexto laboral y a su vez la
misma productividad. De hecho, los profesionales que registran mayores niveles
en la mayoría de estudios estadísticos de esta índole son los profesores, los
médicos, los enfermeros y los conductores (consejeros,
asesores profesionales, asesores de la salud y trabajadores sociales, prestadores
de servicios, controladores de tráfico aéreo, representantes de servicios al
cliente, personal de salas de espera, agentes de bolsa).
En las últimas décadas, la productividad
laboral se ha visto afectada por las múltiples ausencias de los trabajadores a
sus centros de producción, esto se debe al nivel de estrés que los trabajadores
manifiestan con su comportamiento, Fontana (1989) nos explica que: “El
estrés es una exigencia de las capacidades de adaptación de la mente y el
cuerpo” (p. 2). De aquí, podemos decir que el individuo buscará adaptarse a la
situación que se presente, considerando el nivel de la experiencia que alcance
en ese momento, depende del grado de intensidad con que se tenga un evento que
desencadene un proceso estresante, el grado de estrés que se manifieste, es la
respuesta del mismo, ya sea para afrontar el evento atacando o por lo
contrario, huir.
Según
Rosh (citado en Valle, 2005): “El estrés se ha
convertido en el problema de salud más común en los Estados Unidos y puede
tener como uno sus efectos el de acortarnos la vida o envejecernos
prematuramente” (p.1). Cuándo el
estrés sobrepasa ciertos límites, se afectan numerosos órganos de nuestro
cuerpo, al igual que nuestra capacidad mental y el sistema inmunológico. Es
posible que bajo ciertas circunstancias las hormonas secretadas puedan comenzar
a causar daños a nuestro organismo provocando: fatiga, destrucción de los
músculos, diabetes, hipertensión úlceras, impotencia, pérdida del deseo sexual,
interrupción de la menstruación, aumento de la susceptibilidad de enfermedades
y daño a las células nerviosas. Estos daños tomados en conjunto tienen un
fuerte parecido al proceso de envejecimiento, por lo que se deduce que puede
ser causante de acortarnos la vida u ocasionarnos envejecimiento prematuro.
Rosh (citado en Valle, 2005) comenta:
En los Estados Unidos,
se ha estimado que el 43 % de los adultos sufren a causa de los efectos
adversos del estrés y que entre el 75 y 90 % de las visitas a los médicos son
para atender situaciones que se relacionan de alguna manera con este mal. Dicho
padecimiento está relacionado con las principales causas de muerte tales como:
cáncer, enfermedades cardiacas, cirrosis hepática, problemas pulmonares,
accidentes y suicidios (p.1).
El estrés se ha convertido en uno
de los más grandes problemas de salud pública, ya que produce un agotamiento
físico general, el cual es provocado por una o varias alteraciones
del sistema nervioso. Se manifiesta como impaciencia, ira, nerviosismo e
intranquilidad, fácilmente se sobresalta y aparece inmediatamente la irritación
intensa con agresividad y en muchas ocasiones con violencia.
Durante la década de
1920, el neurólogo y filósofo norteamericano Walter B. Cannon (citado en Valle,
2005) descubrió que:
Cuándo
un organismo tiene miedo o se enfrenta a una emergencia, su cerebro responde
activando el sistema nervioso simpático: el ritmo cardiaco y la respiración se
aceleran, la sangre abandona los estratos superficiales de la piel y se dirige
a los músculos proporcionando una mayor cantidad de oxígeno, todo esto capacita
al organismo para responder a una emergencia bien sea luchando o huyendo de la
misma (p.1).
La situación extrema se
caracteriza por las dificultades interpersonales, sociales o individuales como
la soledad, el abandono, frustración laboral o excesivos requerimientos del
rendimiento. La respuesta interna que encuentra sus manifestaciones en la
ansiedad, culpa, ira o la depresión, un comportamiento externo causado por esa
respuesta a veces adecuada y realista, a veces inadecuada con liberación de
impulsos incontrolados de naturaleza psíquica o psicosomática funcional. De
hecho, se reconoce al estrés como un elemento predisponente de los síndromes
psicosomáticos.
Nadie es inmune al
estrés, la presencia de este es casi inevitable en muchos puestos laborales,
cuando la presión empieza a acumularse, causa tensión y esta tiene efectos
adversos en emociones, procesos intelectuales y estado físico del sujeto. Si el
estrés se vuelve excesivo, surgen en los empleados diversos síntoma que pueden
dañar su salud y rendimiento laboral, suelen estar nerviosos y preocupados todo
el tiempo, podrían mostrar una actitud no cooperativa y consumir bebidas
alcohólicas o drogas. El estrés puede ser temporal o de largo plazo, leve o
grave. Los efectos en el trabajador dependen principalmente de cuánto tiempo
persistan sus causas, lo poderosas que son y de la capacidad de recuperación
del individuo, si este es transitorio y leve, puede ser manejado o bien la
recuperación será rápida, las personas resistentes con frecuencia tienen una
vida personal equilibrada y han aprendido a establecer objetivos realistas.
Los estudios del estrés en trabajadores
estadounidenses revelan lo siguiente: Keith (1997, p. 427):
1. Los costos anuales del
ausentismo, la caída de la productividad, el pago de los gastos médicos
creciente y otros gastos médicos relacionados con el estrés llegan a 300
millones de dólares y van en aumento. Al ausentarse los trabajadores por motivo
de salud, provocan que la productividad se reduzca y a la vez se incremente el
gasto médico, también se debe considerar que los gastos de seguros de salud
incrementen las primas por concepto de accidentes de trabajo.
2. Treinta por ciento de
los ejecutivos piensa que su trabajo ha tenido efectos negativos en su salud.
Una gran cantidad de ejecutivos empresariales atribuyen al trabajo efectos
nocivos en su salud, ya que indican que los requerimientos del mismo les hacen padecer
algunas enfermedades.
3. Cuarenta por ciento de
los obreros se preguntan si tendrán trabajo el próximo año. El nerviosismo por
la inestabilidad económica, hacen que el trabajador se sienta inseguro de
conservar su trabajo.
4. El número de reclamaciones
de compensación a trabajadores relacionados con el estrés se triplicó en una
década al pasar de 5 a 15 % del total de reclamaciones. El estrés ha
ido en aumento y por lo mismo el trabajador refleja mayores reclamaciones tanto
en el área de la salud, como en la de compensación de pagos por las mismas
ausencias en las áreas laborales.
5. Cuarenta y seis por
ciento de los obreros cree que su trabajo es muy estresante. La gente se queja
por el alto grado de estrés que su actividad laboral le provoca y aunque muchos
deciden realizar cambios en su actividad laboral, otros sencillamente no hacen
nada.
6. Treinta y cuatro por
ciento de los trabajadores pensó seriamente en renunciar a su
trabajo como resultado del estrés. Otro tanto de la población laboral ha
pretendido renunciar a sus trabajos por razón del intenso estrés que padecen.
7. Sesenta y nueve por
ciento de los obreros señaló que los problemas de salud relacionados con el
estrés disminuyeron su productividad. Muchos trabajadores han manifestado que
su productividad ha disminuido por situaciones de salud motivada por el estrés.
8. Se espera que el 34 %
de los empleados estadounidenses sufra pronto agotamiento de trabajo. En
general, el agotamiento por el alto nivel de estrés deberá provocar que muchos
trabajadores, ingresen a las filas de personas insatisfechas con su actividad
laboral.
El estrés, se ha
convertido en un factor de riesgo para la salud, provocado por los sobresaltos
de la vida cotidiana, la inseguridad laboral, el agotamiento físico general,
mismo que se presenta a manera de ira, nerviosismo e intranquilidad, el cual
está relacionado con el cáncer, enfermedades cardiacas, cirrosis hepática,
problemas pulmonares, accidentes y suicidios.
Los agentes
estresantes, generalmente obtienen la misma respuesta biológica y
dan como consecuencia una reacción defensiva del organismo o llamado de otra
forma: síndrome general de adaptación.
Es común hoy en día, encontrar en los
diarios, (justo en la sección clasificados) anuncios de empleos que apuntan a
la contratación de personal con altos niveles de estrés, manifestando que deben
tener como característica un alto sentido de urgencia, considerándolo un
elemento benéfico para lograr sus metas a pesar de llevar al individuo a un estado
crítico en caso de no alcanzar sus objetivos personales y hundirlo en la
insatisfacción profesional.
Es
necesario aclarar, que el estrés al ser multifactorial tiene efectos tanto
benéficos como tóxicos para el desempeño, afectando de esta forma al trabajador
en los resultados laborales así también en sus relaciones interpersonales.
Se
tiene el conocimiento de que el estrés opera de manera aferente a partir de las
experiencias adquiridas y que lo puede enfermar llevándolo a un estado
depresivo, sus manifestaciones eferentes nos indican el grado de intensidad de
dicho estrés, en otros casos y dependiendo de la motivación, puede lograr que
el individuo logre que su productividad laboral repunte y logre mejorar las
expectativas planteadas, pero eso no indica que el estrés no le afecte. Las
empresas al obtener resultados, toman decisiones en tanto a la permanencia de
trabajador en sus filas laborales y desestiman el esfuerzo y el estado de salud
de sus empleados.
A
partir de datos obtenidos en una exploración de lecturas profundas, es que nace
el interés por investigar el estrés y sus efectos en el medio laboral,
considerándolo como un factor de importancia en la productividad.
Selye (1991) dice
que: “el estrés, es la respuesta no específica del organismo a cualquier
requerimiento efectuado por este” (p.12). El requerimiento abarca una gama muy
amplia de estímulos, cuándo los llamados agentes estresantes promueven estímulos que
van desde los físicos como el calor y el frio, hasta los esfuerzos musculares,
la actividad sexual, shock anafiláctico, los estímulos emocionales, mientras la
respuesta biológica siempre es la misma, es consecuencia de una reacción
defensiva del organismo: Esta reacción de emergencia se caracteriza por una
fase de alarma (síndrome general de adaptación), una fase de resistencia (el
organismo se organiza funcionalmente), una fase de agotamiento (derrumbe de las
defensas) y se obtiene la capacidad de adaptarse posteriormente. El ser humano
ha buscado la forma de adaptarse a los cambios propios del estrés, pero estos
han sido tan rápidos que el proceso evolutivo no lo ha logrado, ya que el
problema del estrés, no es el mismo estrés, sino la gran cantidad del mismo, el
cual se acumula en el organismo a partir de las actividades propias del
trabajo, familia, y actividades sociales que la misma sociedad moderna le hace
enfrentarse de manera cotidiana.
Fontana
(1989) señala: “El
estrés es una exigencia de las capacidades de adaptación de la mente y el
cuerpo” (p. 2). De aquí, podemos decir que el individuo buscará adaptarse a la
situación que se presente, considerando el nivel de la experiencia que alcance
en ese momento, depende del grado de intensidad con que se tenga un evento que
desencadene un proceso estresante, y el grado de estrés es la respuesta del
mismo.
Selye (1971) señala
que: “El estrés no debe ser evitado porque constituye la esencia misma de la
vida y por lo tanto no es una condición patológica del organismo, como sucede
cuando los estímulos actúan con gran intensidad y por periodos largos” (p.12).
El combatir el estrés provoca agotamiento ya que es intentar controlarse a sí
mismo, es una lucha por lograr dominar las fuerzas internas, las personas se
debilitan física y psicológicamente, se sienten incapaces de lograr sus
objetivos. Algunos empleos como los profesionales dedicados a ayudar a los
demás (consejeros, asesores profesionales, asesores de la salud y trabajadores
sociales, prestadores de servicios, controladores de tráfico aéreo,
representantes de servicios al cliente, personal de salas de espera, agentes de
bolsa, profesores, los
médicos, los enfermeros y los conductores. Los efectos del estrés son patentes,
causa sufrimiento y agotamiento laboral que se traslada al ámbito personal,
afectando la convivencia familiar y social.
Davis
(1997) afirma:
Cuando
el trabajador se agota, es más probable que se queje, que atribuya sus errores
a otros y que estén sumamente irritables, el distanciamiento que sienten los
conduce a pensar en abandonar sus trabajos, a buscar otras oportunidades para
capacitarse en nuevas áreas y de hecho a renunciar, la rotación de personal se
eleva, el desgaste provoca un incremento en el ausentismo y una disminución en
la calidad y cantidad en el desempeño de sus labores (p. 429).
Muy a pesar de que el
trabajador manifieste su agotamiento, esto no es suficiente para lograr cambios
positivos en lo laboral, los errores que llega a cometer por razón del
cansancio pueden hacer que sea removido de su área, o más aún de su trabajo. En
algunos casos se ven en posibilidad de renunciar de manera voluntaria y en
otros de que los despidan ya sea por ausentarse o por la disminución de la
calidad en el desempeño de sus trabajo.
Los
estudios del estrés en trabajadores estadounidenses revelan lo siguiente: Keith
(1997, p. 427):
El
miedo al despido, la desconfianza provoca también violencia en el centro del
trabajo, dichos actos violentos causados por la ira pueden abarcar peleas no
provocadas, destrucción de bienes o uso de armas para lesionar a otras
personas. La prevención del estrés, agotamiento y traumas, es incluso más
importante que su detección.
Al encontrarse los
trabajadores en un alto nivel de estrés corren el riesgo de tener vivencias
violentas causadas por la ira y el descontento de su situación laboral, suelen
mantener actitudes agresivas las cuales les pueden llevar a dañar a propios o
extraños, familiares o amigos. De antemano sabemos que en todo caso es mejor
prevenir que corregir, y este no es diferente. Al detectar a tiempo, es posible
prevenir y de este modo evitar que el trabajador se enfrasque en una lucha por
demás desgastante. El temor y la desconfianza se encuentran presentes en su
quehacer cotidiano y esto les lleva a vivir en una constante acumulación de
estrés.
Keith
(1997, p. 427) dice que debemos considerar un plan de manejo de crisis que se enfoque
en cinco áreas:
1. Selección cuidadosa
de nuevos empleados. Considerar las habilidades, destrezas y posibilidades de
crecimiento del trabajador.
2. Mejoramiento de la
cultura laboral. Procurar un mejor estatus en el medio de trabajo.
3. Capacitación de los
mandos intermedios. Reforzar con capacitación constante a los elementos de
control interno con el firme objetivo de mantenerlos a la vanguardia.
4. Práctica del
ejercicio físico. Proporcionar de ser posible en el medio laboral un área
deportiva con el objetivo de promover el esparcimiento en los momentos de
recreo.
5. Dieta
alimenticia moderada. Promover información a los trabajadores del plato del
buen comer.
Keith (1997) señala que
existen formas de manejar el estrés y aquí es donde vamos a considerarlas (p.
427):
1. Prevenirlo o
controlarlo. Si acaso ya se encuentra en conocimiento de padecer estrés, (el
cuál es común padecerlo) evitar a toda costa las actividades
2. Escapar de él.
Buscar a toda costa modificar el rumbo de los objetivos aceptándose a sí mismo
con sus habilidades y debilidades.
3. Aprender a adaptarse
y manejar sus síntomas. Tomar descansos para fomentar el alivio del estrés,
realizar una constante catarsis emocional para aclarar ideas y buscar la
congruencia de pensamiento.
Como
resultado de la presente investigación es posible concluir que: Cuando el
trabajador se encuentra en situación de estrés, no logra controlar sus impulsos
por la misma ansiedad que refleja en su comportamiento, se ve motivado al
consumo de café, bebidas ricas en azúcares, alcohol, tabaco y en algunos casos
drogas prohibidas, dañando así el sistema nervioso. Todo esto refleja un mayor
número de visitas al médico por el agotamiento físico que representa, en otros
casos, en hospitalización por padecimientos mayores y en otros más la muerte.
La consecuencia en el área laboral, es la ausencia de personal calificado, así también
alteraciones en la productividad y las pérdidas económicas.
Resulta
recomendable aportar apoyo social para liberarse del estrés laboral (consiste
en ser partícipe de actividades sociales), tomarse descansos para fomentar el
alivio del estrés, realizar una frecuente catarsis emocional para liberarse de
la tensión emocional comentando sus problemas a alguien más, aclaración del
pensamiento, tener congruencia entre lo que pensamos, lo que decimos y la
realidad.
La reorientación de
ideas para lograr hacer un cambio mediante modificaciones de objetivos y valor
de las cosas, además de la aceptación de las propias limitaciones, podemos
decir que, al modificar el rumbo hacia nuevos objetivos y aceptándose con sus
propias habilidades y limitaciones es que se logra llegar al autoconocimiento,
es entonces que el individuo inicia una adaptación hacia un sano manejo del
estrés.
La vida al aire libre y
compartir con la familia, puede hacer que incluso nos olvidemos del estrés, más
aún si evitamos todo aquello que nos une a la ciudad y por supuesto al
compromiso llamado trabajo. Al practicar algún deporte y participar en
actividades sociales, nos permitirá disipar la mente de la preocupación de esas
situaciones y los pensamientos fluirán mejor dando así mayor claridad a las
ideas.
La vida con un manejo
adecuado del estrés, nos permite realmente disfrutar y ser felices, esto, es
por lo único que vale la pena el esfuerzo que día a día hacemos en nuestro
entorno laboral.
Y, dado que, el estrés,
es un factor determinante de la productividad laboral, se tiene la encomienda
de preservarse de él, pues, vivir sin estrés es verdaderamente imposible, pero
realizar un manejo adecuado del mismo es en verdad lo más sano.
Es necesario darse cuenta,
de que el estrés es un grave problema no solo del ámbito laboral,
sino que también involucra al área de la salud y al medio social,
considerando a la familia parte integral de éste, en lo laboral se corre el
grave riesgo de perder el trabajo y eso sería realmente catastrófico pues
dañaría así la economía tanto personal como familiar y propiciaría mayores
molestias.
Aunque ahora
sabemos, que el estrés por sí mismo no es perjudicial, lo realmente dañino es
la gran cantidad del mismo, que día a día acumulamos y no logramos deshacemos
de él.
La visita al médico es
en verdad recomendable y así mismo, modificar los hábitos alimenticios con el
fin de evitar daños innecesarios al organismo.
Es importante entonces, reconsiderar la
oportunidad de compartir con la familia los problemas cotidianos, ya que esto
nos servirá de catarsis y seguramente se encontrarán más y mejores soluciones.
El estrés, se ha
convertido en un factor de riesgo para la salud, provocado por los sobresaltos
de la vida cotidiana, el agotamiento físico general, mismo que se manifiesta
como ira, nerviosismo e intranquilidad, el cual está relacionado con el cáncer,
enfermedades cardiacas, cirrosis hepática, accidentes y suicidios.
Los agentes
estresantes, generalmente obtienen la misma respuesta biológica y
dan como consecuencia una reacción defensiva del organismo o llamado de otra
forma: síndrome general de adaptación.
En alcance al medio
laboral, las empresas (industria, comercio, oficinas), deberán hacer un
compromiso con los trabajadores, para cumplir el reglamento de trabajo y
proporcionarles un ambiente sano, mantener supervisadas las áreas tanto de
trabajo como de esparcimiento, ya que de esto también depende que el trabajador
se encuentre protegido del estrés laboral.
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