PROBLEMAS DE ADAPTACIÓN EN FAMILIAS RECONSTRUIDAS
Nohemi Guadalupe Vélez López
Instituto Universitario Carl Rogers
Licenciatura en Psicología
RESUMEN
El siguiente ensayo, hace referencia como tema
principal a los problemas de
adaptación en las familias reconstruidas, que pueden ser causados por
diferentes problemáticas, que a simple vista no son percibidas.
Desde
el punto de vista social, en otros tiempos, no era aceptable la unión de dos
personas que ya habían tenido otro matrimonio y menos convivir con alguien que
tiene hijos. Pero en la actualidad, ya es más común reconstruir una familia, es
más aceptable por la sociedad, pero no del todo, ya que, en ocasiones surgen
ideas que nos han inculcado desde niños, llamadas dentro de la psicología como
introyectos, los cuales se adquieren tanto de la familia como de la sociedad y
la cultura del entorno donde vivimos.
En este ensayo se exploran
diferentes textos que nos hablan sobre el tema de familias, familia
reconstruida, la adaptación de todos los miembros que forman este tipo de
familias.
Dentro de este ensayo hablamos
de un concepto más claro de familia, dejando en claro la diferencia entre hogar
y familia. También habla de la definición más acertada de familias
reconstruidas, de los diferentes tipos de familias reconstruidas que hay.
PALABRAS CLAVE: Familia,
Familias Reconstruida, Adaptación.
ABSTRACT
The following essay makes reference as the main
theme to the problems of adaptation in the rebuilt families, which can be
caused by different problems, which at first sight we do not realize.
From the social
point of view, in former times, it was not acceptable to join two people who
had already had another marriage and less to live with someone who has
children. But nowadays, it is more common to rebuild a family, it is more
acceptable by society, but not completely, since sometimes ideas arise that
have instilled us from children, called inside psychology as introjects, which
are They acquire both the family and society and the culture of the environment
where we live.
This essay
explores different texts that tell us about the theme of families,
reconstructed family, the adaptation of all the members that form this type of
families.
He also quotes
several authors, who point out different points of view of the different
sub-themes of this essay. Within this essay we speak of a clearer concept of
family; Where it makes clear the difference between home and family.
It also speaks
of the most accurate definition of rebuilt families, of the different types of
reconstructed families there are. This research aims to know the problems of
adaptation within the reconstructed families.
KEY WORDS: Family, Families Rebuilt, Adaptation.
INTRODUCCION
Existe un cierto acuerdo en definir a la familia reconstituida
como una estructura familiar en la que al menos uno de los miembros de la
pareja aporta algún hijo producto de una relación previa, convirtiendo a estos
adultos en padrastros y/o madrastras de los hijos biológicos de su pareja.
Son muchos los estudios que pronosticaron una
transformación de los modelos familiares tradicionales propios de las
sociedades occidentales. Se calcula que alrededor de la mitad de los hijos de
padres divorciados vivirán en algún momento con un padrastro o madrastras los
cuatro años siguientes a la separación de sus padres biológicos.
Las familias reconstituidas constituirán el tipo más
común de familia, puesto que casi la mitad de parejas que se casan en primeras
nupcias se disuelven y las personas divorciadas o separadas vuelven a
formalizar una relación de pareja.
En la actualidad, casi todas las parejas que
contraen segundas nupcias lo hacen tras un divorcio. Sin embargo, son los
varones divorciados los que tienden a casarse con mayor frecuencia y antes que
las mujeres divorciadas.
Por otra parte, algunas variables como el nivel económico y educativo inciden
de distinta forma, en varones y mujeres, en la decisión de casarse por segunda
vez. La edad y la
presencia de hijos parecen ser otros factores que influyen negativamente en la mujer de cara
a plantearse una segunda unión con una pareja, hecho que no sucede en los
varones. Aunque las tasas de
segundas nupcias declinan con la edad para ambos sexos, las mujeres que se
divorcian después de los 40 años se vuelven a casar con menos frecuencia que
los varones.
Por otro lado, la ausencia de hijos aumenta la
probabilidad de que la mujer se vuelva a casar.
La disolución del matrimonio es más rápida en
las familias reconstituidas; casi la mitad de las parejas en segundas nupcias
se separan en menos de 5 años, una taza muy por encima al de las familias
intactas.
Parece que las parejas en segundas nupcias no
esperan tanto en abandonar una situación familiar insatisfactoria como las
parejas en primeras nupcias, sin embargo, aquellas que superan con éxito los
primeros años no presentan más riesgo de divorciarse que el resto de las
parejas.
Si un primer matrimonio conlleva la unión de dos personas y sus
respectivas familias, unas
segundas nupcias pueden llegar a implicar a 3, 4 o más familias abarcando
un mayor número de relaciones
que se hacen necesarias para
lograr el bienestar de los
diferentes miembros las investigaciones señalan las relaciones familiares como
la principal causa de la
disolución de estas familias
siendo la presencia de hijos de
uniones anteriores, y los problemas
asociados a ellos, el principal
motivo de ruptura. De hecho los
matrimonios en segundas nupcias, cuando no han tenido hijos, no tienen más riesgo de
separarse que los matrimonios en primeras nupcias. Entre las fuentes
de conflicto que deben manejar estas familias se encuentran: el
establecimiento o reorganización de roles, principalmente los que conciernen a
los padrastros y madrastras; la relación que establecen con sus hijastros.
CONCEPTO
DE FAMILIA
Para
evitar la confusión entre los conceptos hogar
y familia. El concepto hogar: hace
referencia a un grupo de personas que residen juntas sean o no parientes, mientras
que el término familia: alude a un grupo de personas unidas por relaciones de
parentesco, ya sean de consanguinidad o afinidad, que pueden o no vivir juntas,
pero que comparten una identidad moral y simbólica que les hace percibirse y
ser percibidos por los demás como una familia. Si bien, la mayor parte de las
veces, las personas que conviven bajo un mismo techo son parientes, no siempre
es así, al igual que no siempre la familia comparte una misma residencia sin
dejar por ello de tener relaciones de parentesco.
La
familia es: “un sistema que se compone de un conjunto de personas, relacionadas
entre sí, que forman una unidad frente al medio externo” (Ochoa, 2014, p. 19). Hablamos
de la familia como un conjunto de personas que se encuentran dentro de un
hogar, relacionándose entre sí, de diferente manera, pero también tenemos que
mencionar que forman parte de entorno externo, al cual llamamos sociedad.
Además, como sistema, una familia adquiere:
cualidades propias de un organismo viviente. Algunos autores indican que toda
familia pasa por etapas o estadios como si se tratase de un ciclo vital. Estas
etapas vienen determinadas por cada cultura, que define los roles y tareas
propias de cada etapa (Halley, 2002, p. 23).
Este concepto, implica que las relaciones
familiares son circulares, es decir, que los miembros de la familia se influyen
mutuamente unos sobre otros. En ese sentido una familia no es una suma de
personas, ya que al formar una totalidad, adquieren cualidades diferentes a las
que se aprecian en cada uno de sus miembros como unidades.
Cada estilo de familia determina distintas
formas de crianza y por ende de socialización. Unos más tradicionales que
otros, todos tienen repercusiones en la formación y expresión de la
personalidad de sus miembros. De la convivencia en el seno de la familia, se
derivan formas de aprendizaje social condicionadas por la presión implícita que
ejerce el grupo familiar sobre la necesidad de pertenencia de un individuo al
sistema familiar.
De todo lo dicho hasta ahora sobre la
familia, nos debe quedar claro que la familia no sólo transmite la herencia
genética, sino también los contenidos culturales del entorno social más próximo.
De este modo la familia contribuye a la supervivencia de una sociedad y una
cultura, porque como instancia socializadora transmite el tesoro de
experiencias y valores de aquella a la cadena de generaciones (Stierlin, 1997,
p. 21).
El objetivo de la
familia, es mantener la unión entre todos los miembros que habitan en un mismo
hogar, así mismo mantener todos los valores presentes.
FAMILIA
RECONSTRUIDA
Llamamos
familias reconstituidas o familias mixtas a aquellas que se construyen a partir
de un progenitor con hijos que se vuelve a casar. En la actualidad estas
organizaciones familiares son cada vez más frecuentes. Aunque siempre se dice
que ninguna organización familiar en sí misma es problemática por ser especial,
las familias reconstituidas sí que plantean enormes desafíos para la vida familiar.
Existe un
cierto acuerdo en definir a la familia reconstituida como una estructura
familiar en la que al menos uno de los miembros de la pareja aporta algún hijo
producto de una relación previa, convirtiendo a estos adultos en padrastros y/o
madrastras de los hijos biológicos de su pareja (Cervera, 2014, p. 398).
La familia
reconstruida es la unión de dos adultos, ambos con hijos, viviendo en un mismo
hogar. Llevando así una nueva estructura familiar, donde ambos adultos se
convierten en padrastro y/o madrastra.
La definición
más apropiada es la de Emily y John Visher (1988) que establece como condición
para que podamos hablar de una familia reconstituida, la existencia de al menos
un hijo de una relación anterior. Esto descarta incluir dentro de las familias
reconstituidas a las parejas sin hijos que se vuelven a casar. Los problemas
son muy distintos si no hay hijos de matrimonios/relaciones anteriores. Así
pues una familia reconstituida es la
formada por una pareja adulta en la que al menos uno de los cónyuges tiene un
hijo de una relación anterior. Esta definición también descarta modelos
familiares en los que pueda haber hijos de varias relaciones.
Existen
varios tipos de familia reconstituida:
- Familias provenientes de un divorcio, en la cual uno de los cónyuges tiene hijos previos.
- Familias provenientes de un divorcio, en la cual los dos cónyuges tienen hijos previos. Es el modelo más complejo.
- Divorciado /a que tiene hijos, y cuyo ex-esposo/a se ha vuelto a emparejar.
- La familia reconstituida más antigua, la de toda la vida, es la que proviene de la muerte de uno de los cónyuges. El padre o la madre viudo o viuda se vuelve a emparejar y aparece la figura del padrastro o madrastra que todos conocemos desde nuestra más tierna infancia, ya que protagonizan buen número de cuentos infantiles.
Las familias reconstruidas, son aquellas, que
luego de la separación o fallecimiento de dos o uno de los padres, según sea el
caso, se forman a través de una nueva unión conyugal. Este tipo de familias
muchas veces convive de manera conflictiva:
Para que esto no suceda y las relaciones
intrafamiliares fluyan de manera funcional, es imperativo que el lugar de los
miembros sea siempre respetado. Esto quiere decir, que en las familias
reconstruidas, las ex-parejas de quienes contraen nupcias, deben ser
reconocidas como los padres de los hijos que engendraron y ocupar su lugar en
la memoria familiar. De parte de los hijos, estos deben reconocer que sus
padres nunca dejarán de ser sus padres, aunque hayan dejado de ser pareja, y
que cada uno tiene el derecho de juntarse con otra persona cuando lo considere
conveniente (Berne, 1976, p. 46).
Cuando se logra la unión de dos familias
formando una familia reconstruida, es necesario respetar el lugar de los
miembros que ya no está, es decir, se tiene que respetar el lugar del padre o
la madre sin querer sustituirlo por el del nuevo miembro para que así la
convivencia y la aceptación de los demás miembros de la familia sea la correcta
y puedan vivir en armonía. Por parte de los hijos deben tener en cuenta quien
ocupa cada lugar.
ADAPTACIÓN
EN LA FAMILIA RECONSTRUIDA
La adaptación familiar sería consecuencia de la respuesta que se da a un
cambio no normativo.
Son muchos los estudios que pronosticaron una
transformación de los modelos familiares tradicionales propios de las
sociedades occidentales. “Se calcula que alrededor de la mitad de los hijos de
padres divorciados, vivirán en algún momento con un padrastro o madrastras los
cuatro años siguientes a la separación de sus padres biológicos” (Polaino, 1998, p. 164). Se menciona que en la mayoría de
casos, donde se divorcian las parejas, los hijos llegan a vivir con padrastro o
madrastra a unos cuantos años de la separación
Una de las características fundamentales
de éste tipo de familias, es que son familias en adaptación, es decir, personas
que tienen que asumir un número importante de cambios en un corto período de
tiempo, al menos más corto que lo que es habitual en las familias
convencionales, y que por lo tanto no figuran en la expectativa vital de sus
miembros.
Todos estamos en continuo proceso de
cambio. El ciclo vital es un continuo pasar de etapas, que todos hemos
internalizado: noviazgo, matrimonio, nacimiento del primer hijo, etc. Pero
también tenemos unas expectativas respecto al tiempo que durará cada uno de
ellos, y adaptamos nuestro ritmo vital a esa sucesión de etapas y a esa
expectativa de plazos. En las familias reconstituidas las etapas del ciclo
vital a menudo se trastocan, y los plazos no cumplen las expectativas
previstas: generalmente los plazos se aceleran.
Se puede argumentar que todas las
familias reconstruidas surgen de una pérdida, si partimos del concepto
freudiano de considerar que cualquier pérdida significativa desencadena una
reacción de Duelo (Freud, 1915). Siempre hay alguna pérdida. Pichon-Rivière
plantea las etapas del ciclo vital, la historia individual o familiar, como una
sucesión de duelos a lo largo de la vida. Si es éste nuestro punto de vista,
resulta superfluo especificar que las familias reconstituidas surgen de la
pérdida, del duelo.
Pero si hablamos de duelos, es necesario
diferenciar unos duelos de otros, porque no todos son iguales, ni tienen la
misma importancia, ni la reacción emocional que producen es siempre comparable.
Una reacción de suficiente entidad emocional como para comprometer nuestra
salud sólo se produce tras pérdidas significativas, lo que Colín Murray Parkes
llama transiciones psicosociales, es
decir aquellas que tienen un significado importante en nuestras vidas, y que no
se deben únicamente a cambios relacionados con el crecimiento, con el
desarrollo o con el ciclo vital, sino que son cambios que modifican nuestra
visión del mundo, y por lo tanto tienen una repercusión mayor (Parkes, 1988).
Como veíamos antes, al hablar de los
diferentes modelos de familia reconstituida, los puntos de partida de estas
familias son dos: la muerte de uno de los cónyuges, o el divorcio previo de uno
o los dos cónyuges. En ambos casos constituyen pérdidas fundamentales para el
resto de los miembros de las familias, de manera que como señalan Visher y
Visher (1988), la primera tarea de la familia reconstituida será la de aprender
a manejarse con las pérdidas y los cambios
CUANDO SE VUELVE UN PROBLEMA
EL NO ADAPTARSE A UNA FAMILIA RECONSTRUIDA
Si
la creación de una primera familia ya es una tarea a lo que hay que prestar
atención. La reconstrucción de una nueva familia es aún más compleja.
Para
entender al mundo, podemos estudiar a la familia: situaciones críticas como el
poder, la intimidad, la autonomía, la confianza y la habilidad para la
comunicación son partes vitales que fundamentan nuestra forma de vivir en el
mundo. Así, para cambiar al mundo tenemos que cambiar a la familia.
Dentro
de las familias reconstruidas, la nueva pareja tiene unas reglas de
funcionamiento, de organización de la casa, que provienen de sus familias de
origen. y estas reglas pueden ser diferentes. Es como si cada uno tuviera un
plano distinto para orientarse en el mismo lugar. Si cada uno se fija sólo en
el plano que se han traído de su familia, puede que no se encuentren.
La organización estructural y funcional
de la familia, a la luz de los conocimientos que se han formulado en el campo
teórico-práctico de la terapia familiar sistémica con el fin de analizar
algunos factores inherentes a la familia qua afecta la crianza (Clauss y
Hiebsch, 1966, p. 15.)
La crianza de los hijos dentro de una
familia reconstruida se vuelve una problemática cuando alguno de los nuevos
miembros, sea padrastro o madrastra, sobrepasa la autonomía la confianza y la
intimidad de los hijos, es ahí cuando se pierde la comunicación y empiezan los
problemas de no adaptación.
La vida familiar es como un témpano de
hielo: la mayoría percibe sólo la décima
parte de lo que sucede —la décima parte que pueden ver y escuchar.
Algunos sospechan que ocurre algo más, pero no saben qué es y no tienen idea de
cómo pueden averiguarlo. El desconocimiento puede llevar a la familia por un
sendero peligroso; al igual que el destino de un marinero depende de su
conocimiento de la masa de hielo oculta agua, la vida de la familia depende de
la comprensión de los sentimientos y las necesidades subyacentes a los
acontecimientos familiares cotidianos (Satir, 1995, p. 15).
Para terminar con la no adaptación de
los hijos e incluso de los padres nuevos dentro de una familia reconstruida, es
necesario mantener el respeto tanto de los sentimientos como de las necesidades
dentro de los acontecimientos familiares, esto conlleva la comprensión, el
espacio de cada miembro y sobre todo el respeto al lugar que cada uno ocupa. La
comunicación debe ser básica, ya que así la vida de esa nueva familia será más
plena y a así se puedan adaptar todos los miembros de esta misma familia.
Esto se complica más en la reconstrucción
familiar. Además del plano de la familia de origen de cada miembro de la
pareja, hay uno más (o dos, si ambos cónyuges han tenido una experiencia
familia previa), y más asentados si además hay hijos que han contribuido a
crear estos nuevos mapas. Otra de las cosas que complica la reconstrucción
familiar es que su origen está en una pérdida. Ya haya habido un divorcio o una
viudez (una muerte) se ha producido una pérdida importante para al menos uno de
los cónyuges y el/los hijos.
El texto Familias
Reconstruidas, (2003) señala:
Una pérdida de ese tipo –muerte del
cónyuge o de un progenitor; divorcio y quizá pérdida de contacto con el
progenitor o por lo menos pérdida de convivencia– requiere un tiempo para
asumirla, para llenar el vacío dejado por el fallecido, o recuperarse del dolor
que casi inevitablemente todo divorcio provoca. Es necesario hacer el duelo.
Uno de los principales motivos por los que la problemática
en la adaptación dentro de la familia reconstruida es la perdida de uno de los
padres, sea el motivo que sea. Los miembros que sufren eso tienen que superarlo
para poder seguir adelante.
CONCLUSION
A pesar de ser la familia la
institución más antigua que existe y el grupo de personas más reconocido e
importante para la vida y el desarrollo del hombre, es cierto que su estudio es
muy complejo y requiere de atención minuciosa, para poder dejar en claro todos
los conceptos y tipos de familia que hay.
Queda más claro el concepto de familia reconstituida, ya que es solo un
ejemplo más del gran cambio que se lleva época tras época dentro de la
sociedad. Estos cambios hacen que cada persona tenga una perspectiva de la vida
y de la forma de vivir diferente.
Queda más claro que dentro de
una familia reconstruida, cada miembro debe asumir su rol, ya que se debe
respetar el lugar del miembro que ya no está (sea el padre o la madre). Así
también, se podrán asimilar los nuevos roles de manera respetuosa y se evitaran
los conflictos al adaptarse a la nueva familia.
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