De la
postmodernidad a las relaciones humanas
Jorge Alberto
Valdez Vélez
Instituto
Universitario Carl Rogers
Licenciatura
en Psicología
Resumen
El triunfo del capitalismo, después de
la Caída del Muro de Berlín, ha demostrado ser un sistema que sobresale por que
se ha inmerso en la vida social. Si bien ahora tenemos más tecnología que
pretende facilitarnos nuestra vida, los hechos demuestran que hacen totalmente
lo contrario. Podemos tener información en cuestión de segundos al entrar en
algún buscador de la web, compartir mensajería instantánea con personas al otro
lado del mundo, pero paradójicamente
estamos más solos y mas desinformados que en décadas pasadas.
Una
dialéctica constante de ideologías, posiciones políticas, éticas y opiniones
personales surgidas de un creciente individualismo y encierro de las personas
en las redes sociales a modo de panópticos. Nos muestran una creciente sociedad
individualizada, lo cual nos trae a la pregunta, ¿Cómo llegamos ahí?
Palabras clave: Postmodernidad, consumo,
capitalismo, tecnología, individualismo
Abstrac
Thetriumph of
capitalism, aftertheFall of theBerlin Wall, has proved to be a systemthat
stands outbecauseit has immerseditself in social life. Whilewenowhave more
technologythatseeks to makeourlifeeasier, thefacts show thatthey do
theopposite. We can haveinformation in secondswhenentering a web browser,
butweare more uninformedthanever. A constantdialectic of ideologies, political
positions, ethics and personal opinionsarisingfrom a growingindividualism and
closure of people in theirrooms. They show us a growingindividualizedsociety,
whichbringsus to thequestion, How do we get there?
Powerkeys:
Postmodernity, consumption, capitalism, technology, individualism
Introducción
La Segunda Guerra mundial no solo fue un
conflicto entre varias naciones, ya que este mismo era el punto clave donde se
determinarían que dinámica económica seria la predominante después, por un lado
tenemos al socialismo en Alemania, al comunismo por parte de la URSS
(actualmente Rusia) y el capitalismo por los Aliados; es decir había tres
sistemas económicos que hicieron crecer a cada nación y proponían una postura
la cual alguna tendría que ser la predominante en algún punto.
La
lucha encarnizada entre estas naciones logró que Alemania se sometiera al
capitalismo y luego Rusia con la Caída del muro de Berlín. Poniendo al sistema
capitalista triunfante, su desarrollo por el tiempo hizo que poco a poco invadiera
a cuestiones sociales, ideológicas y políticas (Hobsbawn, 2006).
En
los inicios del 2000, se respiraba un ambiente de paz que incluso se creía que
todo conflicto bélico a mayor escala sería imposible de realizarse. Pero las
personas estaban desconfiadas, movimientos artísticos proponían una crítica a
este estado desde 1970. En México desde los eventos del 2 de Octubre de 1968,
lograron aumentar la desconfianza al estado así como a la clase burguesa (Hobsbawn,
2006; Piketty, 2015 y PGR, 2006).
Pero
de nada valió este tipo de manifestaciones ya que fueron consumidas por el
capitalismo y transformadas a una moda. Aunado a esto el desarrollo de nuevas
tecnologías de comunicación preparaba el terreno de un creciente desarrollo del
individualismo social que permitían mitigar cualquier tipo de protesta por
medio de la misma sociedad.
Desde
el establecimiento del capitalismo, la disolución sistematizada de cualquier
protesta, la estimulación a la desconfianza, el individualismo social y el
creciente desarrollo de la tecnología. Pone al hombre y sus relaciones en una
situación de dinámicas de constante cambio; es la era en la que vive lo que
permite el desarrollo de los puntos ya mencionado pero, ¿En que era vivimos?
Hacia una comprensión de la
postmodernidad
La postmodernidad, podría explicarse tan
sencillamente desde el ejercicio de un análisis etimológico donde post=después de, y modernidad, obteniendo su significado más puro en relación con la
estructura de esta palabra, postmodernidad
= después de la modernidad; por otra parte, comprender lo que quiere decir
lo antes dicho se vuelve una tarea intrigante, ya que debemos llegar a una
conclusión muy clara que pueda responder a la siguiente pregunta ¿Qué significa
la modernidad y lo que pasa después de esta?
Para
responder a dicha pregunta, hay que entender que la humanidad ha pasado por
muchas etapas en su historia. Desde donde tenemos registros de ello, un ejemplo
es en las pinturas rupestres, algunos huesos y la imaginación de algunos
historiadores que llenan los vacíos que encuentran en sus evidencias. Vemos
repetida que el progreso y desarrollo se debe al establecimiento de
comunidades.
Pero
la aparición de comunidades también trajo consigo otros problemas, como lo
fueron, las peleas por el territorio, la búsqueda del poder dentro del grupo;
Sin embargo una comunidad fuertemente adaptada era la que estaba mejor
organizada para satisfacer las necesidades de sus integrantes; las necesidades
los motivaba a desarrollar herramientas que les facilitara la obtención de
recursos para poder subsistir.
Este
proceso evolucionó a lo largo del tiempo, hasta que llegamos a la modernidad,
una etapa de la historia distinguida por su apego a las ciencias, a la
universalidad, a distintas revoluciones
tanto tecnológica, industrial y hasta social.
Es
la modernidad una contra posición a lo que nosotros conocemos como edad media;
si bien la edad media estaba llena de razones explicadas en base a Dios, la
modernidad emprendería un viaje desde las artes, la literatura y las ciencias,
en busca de beneficiar al hombre, trayendo consigo varios avances tecnológicos,
y la estructuración de algunos modelos económicos.
La
modernidad trae consigo una esperanza sobre el progreso y seguridad social.
Pero en la práctica esto no fue así; realmente los avances tecnológicos y la
industria hicieron que las cosas se concibieran en masas, desde las medicinas,
la ropa y la agricultura hasta la muerte, la tortura, la corrupción, la guerra, etc.. todo producido en serie de
manera eficiente (Kant, 2013).
Ver
que la idea del progreso que prometía la modernidad, en realidad se volvía una
pesadilla inesperada, trae como consecuencia una desconfianza en las promesas
utópicas de desarrollo y paz en un mundo globalizado.
Es
esta desconfianza a lo que representa la postmodernidad, que las ideas de
sacrificio, hermandad y patriotismo empiezan a sufrir una deconstrucción. Fomentando así, el ejercicio de desarrollar las
ideas contrarias a las anteriores, facilitado por el desarrollo de la
tecnología, las artes y los medios de comunicación dirigidos al consumo del
placer en sus distintas presentaciones y un tipo de hedonismo individualista.
¿Postmodernidad o
transmodernidad?
Entendiendo que la postmodernidad es una
etapa que se distingue de la anterior por tratase de una posición ideológica,
artística, cultural y social contraria. Significa también aceptar que la
modernidad, ha fracasado.
La afirmación anterior, ha
generado una serie de debates y el desarrollo de textos donde se intenta
redefinir si esta afirmación es adecuada
para describir la epoche[1],
que se vive. Lipovetski (2006) lo define como una hipermodernidad ya que las dinámicas establecidas en la modernidad
se desarrollaron de tal manera que han escapado de las manos del hombre,
trayendo como consecuencia una sensación de vacío social. Por otro lado Bauman
(2003) prefiere usar la palabra líquido,
para determinar cómo esta época se distingue por que todos los estatutos
sociales, culturales e incluso éticos, no tienen un fundamento del cual se sostenga
de manera firme ya que toda afirmación que se genere solo puede ser una
acepción individual en búsqueda de placeres inmediatos y consumibles, por ende
todo es tan pasajero y espontaneo que al intentar tomar algo, este se nos escurre de entre los dedos, en otras
palabras es una modernidad liquida.
Aunque distintos autores desarrollan conceptos que puedan definir esta época
después de la modernidad, es evidente que solo aportan mejores imágenes que
describen la postmodernidad, además de no contraponerse del discurso propuesto
por Lyotard (2007) que engloba el simbolismo narrativo de cada época histórica
desde la premodernidad hasta la postmodernidad.
Sin embargo existen
detractores que proponen pensar en esta época no como una contrariedad a los
establecimientos de la modernidad, la piensan como una transición. Por así
decirlo, no admite un fracaso de la modernidad, se debe entender esta etapa
transitoria como una forma de construir una nueva modernidad, ya una vez
construida esta nueva modernidad, podríamos denominarle un nombre. Pero
mientras eso no suceda, para estos autores denominarán a esta época como Transmodernidad (Rodríguez, 2004):
La
Transmodernidad prolonga, continúa y transciende la Modernidad, es el retorno
de algunas de sus líneas, acaso las más ingenuas, pero también las más
universales… La Transmodernidad es lo postmoderno sin su inocente rupturismo,
la galería museística de la razón, para no olvidar la historia, que ha
fenecido, para no concluir en bárbaro asilvistramiento cibernético o mass-mediático… (p. 8).
Dicho lo anterior,
podríamos entender son variados los debates sobre qué nombre bautizaremos
nuestra época. Pero no podemos negar, que la modernidad sí tiene un gran fallo,
del cual poco se puede hacer. Ya que el hombre post-modernista, no destruye,
deconstruye para poder valorar aquellos fragmentos que son útiles y desechar
aquellos que no lo son. Pero en ese acto pareciera favorecer a los argumentos
de la transmodernidad, pero, no es necesariamente así, puesto que el
escepticismo y el rechazo de la modernidad son la principal fuente de la cual
se sirve para poder desarrollar algo nuevo,
aceptar la falla de la modernidad es, primordialmente, el fundamento esencial
del cual nacen aunque la transmodernidad lo niegue, ya que sin esta caída, no
podrían existir los argumentos transmodernistas. Es decir la transmodernidad,
también es postmoderna.
Dinámicas del capitalismo
Lo que implica entender que vivimos en
la postmodernidad, también nos da luz sobre una las actividades que sobresalió
en la modernidad, imponiéndose como la manera en la cual se organizarían los
sistemas de negocios así como burocráticos del siglo XX, el capitalismo.
Si
bien, el capitalismo tiene una premisa sencilla y practica sobre tener cierto
nivel adquisitivo para obtener algunos productos y servicios. Bien es sabido
que no es para todos. Ya que este no es equitativo, acercando a ver a nuestros
semejantes acorde a su productividad laboral. En algunos casos esta
productividad se le define como funcionalidad, incluso el DSM-V (2014), expone
que las afecciones mentales son consideradas como tales cuando afectan en los
ámbitos sociales, emocionales y laborales. ¿Qué quiere decir esto? Que
realmente se visualiza al hombre no solo en su contexto inmediato tanto
personal como social, también vemos que literalmente el trabajo es también vida
¿Y qué pasaría si el aspecto laboral fuera afectado por mis problemas médicos,
emocionales o de personalidad? Estadísticamente se consideraría como
trastornado, o enfermo, o discapacitado; un número más de los que no son
humanos.
Aquí
es interesante denotar que aquellos que no cumplen ciertas funciones, o no
pueden estar en una interacción constante con las esferas como lo social, lo
laboral y de salud, son en cierto grado excluidos e incluso solo se les
canaliza para que se puedan reintegrar al modo de vivir que los demás tienen;
mantener a la gente en una serie de procesos de normalización constante, es la
clave para que la grandes ciudades puedan funcionar como una gran fábrica que
genera capital (Bauman, 2013).
Ya
que el capital es generado por las actividades humanas y las ganancias
obtenidas de la satisfacción de la demanda. Sin embargo este presupuesto trae
como consecuencia una serie de acciones inesperadas. En un principio todo funcionaba
con obviedad, las actividades humanas capitalizables eran meramente
industriales, como la fabricación de telas, autopartes, armas, empaquetado de
alimentos, etc. Pero la industrialización del arte y el creciente desarrollo de
las tecnologías de la comunicación, generan una expansión de los límites de lo
que se puede vender (Baudrillard, 2009 y Piketty, 2015).
Es
así como pasamos a una explotación de productos y servicios que incluso pueden
disolver ideologías. Ejemplificando el punto ya mencionado, en 1970 se
formaliza el movimiento musical conocido como Metal, este nace de la influencia del Punk, Blues y Rock. La base
de las ideas de este género en las cuales basaban la estructura de sus letras
eran la denuncia política y un acercamiento a los miedos más profundos del
hombre, la muerte, el diablo, el infierno; enfrentado estos temas con fuerza,
gritos y una secuencia de acordes con distorsión para imbuirlos de fuerza. Si
bien su trabajo era la denuncia y hacer explotar la fuerza humana; pronto se volvería
algo totalmente comercial. Esto fue por la venta de discos, de playeras y
algunos otros suvenires; generando ganancias a las productoras y artistitas,
que por consecuencia, tendrían que dejar de hacer arte por solo reproducir una
formula constante de producción musical. Hasta incluso volver moda a este
movimiento, que trajo consigo una imagen fantasiosa de los que se podrían
considerar metaleros, lo que no
exponen en esas portadas de revista es que se trata de modelos pagados y
retocados con algunos programas de edición.
Y
esto no es nada nuevo, también paso con los Hippies. Gracias a ellos
actualmente tenemos algunas tendencias de moda (Bauman, 2013), más en
específico en la vestimenta del tipo vintage;
cuando en realidad hablamos de un movimiento que en su momentos trataba de
desafiar los estatutos establecidos sobre la familia, la sexualidad e incluso
el consumo recreativo de las drogas; protestando sobre las intervenciones
militares en Vietnam y fundadores de uno de los eventos más memorables de la
música como el Festival de Woodstock. Donde se declaraba este movimiento como
una forma de protesta pacífica, tratando de demostrar que hay otras opciones de
vivir a las que ya se habían cimentado por el capitalismo después de la Segunda
Guerra Mundial.
Incluso
en México en 1971 se celebró el festival de Avándaro, que fue interrumpido por
fuerzas gubernamentales. Ya que en esos tiempos el país pasaba por una época de
represión mediática, no olvidemos que algunos años atrás, específicamente en el
año de 1968, había ocurrido uno de los eventos que marcaron el escepticismo
político de la población, por la forma en la que este disolvió las protestas
del 2 de Octubre. Sin embargo, aunque
el evento de Avándaro pudo tener un impacto social. Este no fue alcanzado y
solo sirvió para evitar el desarrollo de la escena del rock en México por lo
menos de una década (Rubli, 2011):
…La
consecuencia fue una virulenta campaña oficial de censura y represión en contra
del rock mexicano. Puede especularse que hubo una intención política del
entonces Secretario de Gobernación Moya Palencia al utilizar el pretexto del
festival para darle un golpe al gobernador Hank González. Pero el “daño
colateral” fue atrofiar el desarrollo del rock mexicano como expresión cultural
en por lo menos una década. Después de Avándaro el rock se refugió en la
clandestinidad de las colonias periféricas populares. Bajo condiciones
precarias luchó por sobrevivir. No fue sino hasta entrada la década de los
ochenta que el rock salió de ese atolladero y paulatinamente fue aceptado de
nueva cuenta (párr. 5).
Las
regulaciones políticas en México surgen por cuestiones de mano de obra barata.
No se necesitan estudiosos intelectuales que critiquen al estado sobre sus
funciones y obligaciones con la sociedad mexicana. Hoy tras las catástrofes de
las negociaciones con EUA, se ve en el país una creciente obligación con el
llamado a inversionistas extranjeros, Cervantes (citado en El semanario) dice:
El potencial de crecimiento que se tiene
en sectores como el manufacturero, el ejemplo más claro es China, en todo este
periodo, donde las inversiones extranjeras al sector manufacturero chino
empezaron a incrementarse de manera radical, hizo que las tasas de crecimiento
de sus salarios crecieran a 17% cada año, obviamente no va a ser un efecto
reflejado en este año (en México). El simple hecho de que los salarios en
México estén en niveles comparativamente bajos, sí va a detonar que mayores
inversiones entren al país. Estas inversiones se van a traducir eventualmente en
una mayor oferta de oportunidades de trabajo, de mano de obra calificada. En la
medida que estas empresas empiecen a demandarla, los salarios se van a comenzar
a incrementar simplemente porque la productividad marginal de los trabajadores
va a estar aumentando (párr. 3).
Algo puede quedar muy en
claro, que el estado se debe a los movimientos del capitalismo y las empresas
trasnacionales, antes que ver a las personas que construyen el estado. Dejar de
lado a las personas y volverlas números para exponer a las empresas, pone al
individuo en un lugar en la que tiene que ser funcional para ser un numero
activo. Por eso la individualización de los problemas ambientales no son
prioridad, más bien, se les inyecta, por decirlo de alguna manera, la idea de
que es una responsabilidad personal el ser un trabajador que no se queje, que
cumpla con sus funciones y las metas que la empresa espera de este. Al final la
meta a alcanzar dentro de todas las dinámicas económicas es centrarse en la
individualidad del sujeto para poder tener un cumplimiento de metas constantes,
de las cuales, solo sirven para la producción de más capital y adentrarse al
juego de la globalización.
¿La culpa es de uno?
Si bien realmente no se trata de echar
culpas al momento de cumplir o no alguna meta en la vida. Realmente hay que
dividir entre lo que no podemos alcanzar porque simplemente el contexto en el
que se vive no permite alcanzar dicha meta, o en su defecto, realmente una
falta de compromiso y voluntad que no permiten que se pueda llegar al lugar
deseado.
Bien
entendemos que el marco histórico, político y social se maneja en el ejercicio
de un individualismo fomentado por coachings y algunas corrientes psicologistas
que desarrollan en las personas una ideologización de supuesta responsabilidad
personal hacia los problemas que afronta, en vez de explicar que algunas
contrariedades de la vida se deben más bien a los movimientos económicos y
políticos (Cerezo, 2017):
Este
entrenamiento de vida te permitirá recuperar la fuerza y el valor para enfrentar
las adversidades. Todas las dinámicas son 100 por ciento vivenciales, ¡Supera
tus creencias limitantes!” La narrativa no es para nada compleja, de hecho es
simple y vulgar. Sin embargo, crea un
potente efecto de consumo y branding en miles de personas ávidas de
experiencias de “desarrollo humano”. ¿Por qué deciden ingresar y se mantienen
en estos grupos? Las elecciones humanas no son procesos algorítmicos, también
pueden vincularse a decisiones que se apartan de las reglas de la racionalidad.
Por otro lado, las constantes crisis económicas globales han develado el signo
distintivo del capitalismo; la creación artificial de escasez y no la promoción
de la mayor prosperidad posible (párr. 1).
Pero la función de
psicólogos regularmente tiende a virar más a ser agentes de normalización
sistemática, que a ser realmente unos agentes de cambio, por decirlo de algún
modo nos debemos a la manutención de la ideología.
Como se ha dicho la
psicología es una agente de normalización que en realidad se debe a otras
cuestiones más propias del sistema en el que vivimos, si bien son contados los
psicólogos que se dedican a la crítica, los que existen usan sus palabras para
exponer a la luz cómo funciona la psicología en vez de lo que se cree que
serían sus funciones, Parker (2010) nos expone los siguiente:
La
importancia de la psicología no obedece a la verdad de su conocimiento, sino al
servicio que presta al poder. Las descripciones psicológicas de las acciones
individuales tienden a ser aceptadas con entusiasmo por los más perjudicados
por dichas descripciones. Por su parte, los que se benefician de convencer a
las personas de que los problemas pueden ser reducidos a cómo pensamos o
sentimos, con gran razón, también creen en la psicología. La psicología es una
parte integral cada vez más importante de la ideología, de las ideas dominantes
que respaldan la explotación y sabotean las luchas contra la opresión (p. 12).
Si bien es que en este
contexto la disciplina de la psicología se debe a un ejercicio del poder,
también la pregunta sería ¿A qué poder se debe la misma disciplina? Si
entendemos que la economía actualmente es uno de los motores principales de
nuestros tiempos, pero este a su vez se debe a la conducta del consumo de cada
individuo. Podemos entender que la psicología se debe al poder que impone el
capitalismo moderno que se regula al consumo que ejercen las personas. Si
buscamos culpables o tratáramos de identificar algún tipo de responsabilidad,
se debe al sistema que se ha establecido y nos puede limitar nuestras acciones;
pero también este sistema lo ha establecido nuestro consumo y lo que permitimos
que suceda.
El papel fundamental de las
producciones tecnológicas
Mucho avanza la tecnología en nuestros
tiempos y es importante recalcar que esto ha hecho que muchas cosas cambien. La
aparición de una tecnología ya implica un cambio social y cultural, desde la
forma de producir fuego hasta los dispositivos móviles con lo que ahora
contamos; no sobra decir que el desarrollo de la identidad en relación con nuestro
contexto también es influenciado por la tecnología ya que este tiene un gran
impacto en la funcionalidad de nuestra sociedad, así como, con las relaciones
que establecen las personas.
Pero
debemos entender bien que la identidad que forjamos es la que nos permite
relacionarnos tanto con las personas con las que podemos relacionarnos, como
con nuestro entorno y la sociedad en la que vivimos. Podemos entender por
identidad al (Ayala, 2014): “…conjunto de rasgos propios de un individuo o de
una colectividad que los caracterizan frente a los demás y, en la formación de
este conjunto de rasgos, el lenguaje es el elemento fundamental que permite
transmitirlos y preservarlos (párr. 1). Si bien somos la expresión viva del
lenguaje mismo y no somos más que una serie de procesos de comunicación con lo otro, que a su vez la comunicación
que establecemos son reacciones bioquímicas que mandan pulsos electromagnéticos
al sistema nervioso central para poder responder a las situaciones del entorno
en el que se vive (Ayala, 2014 y Cuetos et. al, 2015).
La
tecnología desarrolla nuevos modos de comunicación y la intromisión de la WEB
4.0 amenazan generar nuevos cambios en la forma en la que interaccionamos con
las personas, Santamaria (2016), nos explica que:
La
Web 4.0 es el próximo gran avance y se centrará en ofrecer un comportamiento
más inteligente, más predictivo, de modo que podamos con sólo realizar una
afirmación poner en marca un conjunto de acciones que tendrán como resultando
aquello que pedimos o decimos (párr. 7).
Se vuelven las tecnologías
y los sistemas electrónicos tan invasivos en la vivencia humana, que
progresivamente la división entre lo virtual y lo físico se vuelve más delgada
cada día. Por no decir que existen dispositivos de realidad virtual que vuelven
la vivencia de lo digital algo más kinestésico. ¿Cómo cambiarían la forma de
interaccionar con el otro? ¿Cómo es que incluso los aspectos técnicos de varias
disciplinas que requieren una interacción con el otro tendrían que cambiar a
una forma que se adapte a estas exigencias de las nuevas Tecnologías?
Si bien por ahora no
tenemos respuestas contundentes a estas preguntas, pareciera ser que solo el
tiempo y las investigaciones dedicadas a este ámbito podrían ser la clave para
el progreso de las ciencias adaptándose a la tecnología, bien Darwin (1921),
señalaba que las especies que sobresalen no son la que evolucionan más o son
las más fuertes, en realidad son las que mejor se adaptan al cambios que el
entorno exige. Esto también puede ser aplicable al ámbito de las ciencias que
también son las que originan el desarrollo mismo de la tecnología que retan su
adaptación; así también las personas y sus relaciones.
Las relaciones humanas
contemporáneas
La intromisión de la tecnología ha
impactado seriamente a la vivencia humana. Es indiscutible que desde la
aparición de la web 1.0 muchas cosas han cambiado, desde la información que
somos capaces de transmitir o recibir. Genera comunidades, movimientos,
denuncia, desinformación, e incluso algo que se le conoce como posverdad[2].
Los aspectos de comunicación siempre han sido la forma en la cual podemos tener
relaciones humanas, pero ¿Podríamos decir que estos vínculos y relaciones
establecidas por la lejanía del contacto pero la cercanía de la información por
medio de estos medios tecnológicos?
Podríamos
decir en este momento que desde algunas perspectivas psicológicas, a esta
interacción de cero contacto, podrían ser considerada no como una interacción
humana, solo una transmisión de información pero no una relación puesto que el
contacto con el otro se vuelve un punto clave para decir que este acercamiento
más íntimo es lo que vuelve humano, la forma de relación que se establezca a
partir de esta interacción.
Pero,
si nuestras relaciones son solo una serie de interacciones de comunicacionales
y una retroalimentación (input, output), en respuesta al mensaje recibido del
entorno, ¿Que lo haría diferente si hubiera un contacto o no?
Lo
que se expone aquí, que no se confunda con un comentario hacia la dirección de
una supuesta deshumanización, ya que
esto solo es el reflejo de las sociedades, que se estructuran bajo los avances
tecnológicos, donde el contacto poco a poco se ve irrelevante al momento de
establecer relaciones con el otro. Bauman (2015a, 2015b) ya había descrito esto
como parte del desarrollo social en el que nos dirigimos, ya sea para mantener
una relación con alguien distante geográficamente y alejarnos a su vez de los
que nos rodea.
Pronto
la mayoría de las personas conseguirán pajera por medio de aplicaciones; Tinder
que es una plataforma dedicada a realizar la conexión entre personas para
conseguir pareja, al grado de conectar, alrededor de tres millones (3 000 000)
de personas en México y dieciséis millones (16 000 000) de coincidencias
(Match) diarias, tan solo en el año 2016
(El país, 2016). Ahora el lugar de la tecnología y la era que se vive permite
el desarrollo de estos fenómenos impulsados por el consumismo y la creciente
tendencia a darle más valor a lo que se tiene.
El
consumo actual ya no es de objetos tangibles, son de meros códigos con los que
se puede interaccionar. Podemos comprar libros digitales, aplicaciones, videos,
películas, música, entre otros. Pero realmente nada de eso lo podemos tocar,
pero la otra parte, también es que nuestros hábitos de consumo determinan
nuestras relaciones, comprar ropa de alguna marca de alto costo y subir una
foto en Facebook aumenta nuestra imagen a los contactos, mostrar imágenes de
los lugares a los que se ha viajado, de la comida, de los conciertos a los que
se asiste. E incluso, subir videos a YouTube donde pueda dar mi opinión sobre
aquellos lugares en los que eh estado, la comercialización de la vida privada y
el uso del espectáculo, nos mantiene en armonía con la sociedad, ya que es algo
que se debe saber, algo con lo que se convive día con día. El tener números
altos en distintas plataformas les da a las personas mayor prestigio y
humanidad, siempre mostrando al mundo una serie de evidencia representada por
símbolos numéricos de que vivimos en plenitud y felicidad:
La
primera fase de la dominación de la economía sobre la vida social produjo en la
definición de toda realización humana una evidente degradación del ser en
tener. La fase presente de la ocupación total de la vida social, por los
resultados acumulados de la economía, conduce a un desplazamiento generalizado
del tener hacia el parecer, del cual todo “tener” efectivo debe obtener su
prestigio inmediato y su función última. Al mismo tiempo, toda realidad
individual ha llegado a ser social, directamente dependiente de la potencia
social, elaborada por ésta. En la medida en que la realidad individual no es,
le está permitido aparecer (Debord, 1967,
pp. 13-14).
Conclusión
Si bien el triunfo del neoliberalismo en
la vida social a determinado muchas cosas para la vivencia del individuo. Claro
está que también nuestro consumo determina las dinámicas que el capitalismo
estructura para mantener un orden. Una funcionalidad de los subsistemas, muchos
paradigmas cambian, con el paso del tiempo y no es para asustarse, como en todo
avance hay contrariedades inesperadas. Por ahora vivimos una era de
desconfianza que en cierto grado no nos permite analizar aquello en lo que se
avanza y hacer funcionar lo que falla, ya que estamos inmersos en una
desconfianza constante a tal grado que algunos se refugian en relatos
anteriores al de la postmodernidad, como lo son los grupos terroristas,
fanatismo religioso y grupos de fascistas neo nazis.
Lo
que debemos entender, es como nosotros contribuimos al desarrollo de estos
eventos, el consumo ya no es para satisfacer nuestras necesidades básicas o
primarias, es para el ocio, el gozo, la política, el diseño de leyes, hemos
llegado al grado de consumo por consumo mismo disolviendo las filosofías de los
movimientos en modas que podemos digerir y desechar despojándolo de todo
contenido ideológico.
En
un mundo lleno de tanta información casi pareciera que lo real o lo verdadero
solo son espesas masas de lodo que al tratar de sujetarnos de estas, es
inevitable resbalarse de este. Tantos pseudo-profesionales llenando de
esperanza y mentiras a las personas solo para ganar más dinero, contribuye al
ya creciente sensación de desconfianza a las esferas en las que se ve inmersa
el individuo, que trae por causa una percepción de decadencia constante donde
algunos pocos tienen acceso a las soluciones más eficientes.
Si
habláramos de una respuesta, sería la de tomar todo lo que hay hasta ahora,
analizarlo, evaluarlo y generar una crítica que permita al hombre dar con
soluciones eficientes a las necesidades actuales. Y así hacer realmente algo, a
partir de que conozcamos como llegamos aquí.
Referencias
Fuentes
físicas
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[1] Entendiendo a epoche, como una forma de analizar un
fenómeno separado de nuestro ambiente, más bien, ponerlo en un contexto en
específico funcional en su análisis, por ejemplo, no es igual analizar la idea
de vaca en oriente que en occidente, y mucho menos en distintas épocas
históricas, ya que el curso de la historia es un desarrollo constante y lineal
(Ezcurdia y Chavez, 2010 y Xolocotzi et. al, 2011).
[2] Se denomina al contexto donde no impera alguna formulación de
verdad o argumento, más bien, solo trata de generar una opinión pública, es
decir no existe una objetividad latente (Torres, 2017 y Villanueva, 2017)
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